Los colores generan sensaciones. La tradición manda que en el cuarto de baño se usen colores claros, para crear efectos de pureza y luminosidad. Sin embargo, las tendencias más modernas indican que también se pueden utilizar tonos intensos y combinaciones arriesgadas en esa estancia. Este artículo expone las opciones para introducir variedad de colores en el cuarto de baño, con distintas tonalidades en las paredes, accesorios y otros detalles. Además explica cómo integrar colores naturales con velas, piedras, caracolas y plantas.
Variedad de colores en el cuarto de baño
En el cuarto de baño reinan por lo general los colores claros, sobre todo el blanco. Esto se debe a las sensaciones que esta tonalidad produce: por un lado, la de ampliar y dar luminosidad a los espacios, ya que esta estancia es habitual que sea de dimensiones más bien reducidas y se busca obtener el máximo provecho de ella; y por el otro, la de higiene y pureza que transmite.
Sin embargo, esta tendencia se puede modificar con la introducción de tonalidades más oscuras, tanto en pequeños detalles como en superficies mayores, como sanitarios o paredes enteras. Y no solo en cuartos de baño con una decoración de estilo moderno, sino también en espacios ambientados de manera clásica.
Colores en las paredes
Entre los clásicos para dar color al cuarto de baño está el gresite. Este alicatado especial se caracteriza por el pequeño tamaño de sus azulejos o teselas. Si bien hasta hace algún tiempo se usaba sobre todo para piscinas (debido a su alta resistencia a los cambios bruscos de temperatura, su aguante y la posibilidad de realizar dibujos con la combinación de colores de sus piezas), su uso se extendió a cuartos de baño y cocinas.
Los estilos modernos de decoración del baño admiten colores oscuros, paredes pintadas y superficies de madera
En el baño, el gresite se puede utilizar para cubrir todas las paredes o solo para introducir cenefas u otros artilugios decorativos. Una de las mayores ventajas es la variedad de combinaciones que permite lograr: superficies monocromáticas, dos o más tonalidades mezcladas, alternancias simétricas o irregulares entre las teselas… Todas estas variantes dependen sobre todo del gusto del diseñador y del estilo del que se pretenda dotar a esta estancia.
Los estilos de decoración más moderna permiten la introducción de otro tipo de recubrimientos o alicatados con tonalidades más oscuras en las paredes de los cuartos de baño. También se usan mucho las paredes pintadas (la pintura debe ser resistente a la humedad) e incluso superficies de maderas duras, como roble, haya, teca y nogal.
Hasta los sanitarios permiten introducir colores, lo que evita de este modo el tradicional blanco. Al principio, los inodoros azules, las bañeras amarillas o los lavabos verdes pueden resultar algo chocantes para la vista, pero en esto radica su atractivo. Tras el primer impacto visual, la intensidad de esos tonos genera un contraste que realza el valor decorativo en esta estancia.
Accesorios y otros detalles de colores
Los accesorios y detalles del cuarto de baño son una buena alternativa para introducir colores de un modo sencillo, ya que no exigen reformas ni mayores inversiones para modificar el aspecto de la estancia entera. Desde la cortina de ducha y la alfombrilla hasta las jaboneras, recipientes para los cepillos de dientes, toalleros y soportes para los rollos de papel higiénico: todos estos accesorios del baño permiten diversos estilos y combinaciones de tonalidades.
Como en general los espacios que ocupan son pequeños, en los accesorios hay mayor libertad para utilizar colores intensos, que causarían agobio en superficies mayores, como las paredes, el suelo o el techo. De este modo, se pueden elegir colores vivos como rojo o el amarillo para que esta tonalidad domine estos elementos. También se pueden combinar con el color de cenefas u otros adornos en las paredes, como pegatinas de vinilo o dibujos pintados en los azulejos.
Hay detalles menos permanentes incluso que los accesorios de baño: velas, plantas, jabones, bolitas u otras piezas de esencias, piedras, espejos pequeños, caracolas… Es decir, toda una gama de elementos fáciles de disponer y que pueden generar diferentes ambientes en un espacio de la casa al que antaño se daba poca importancia, pero que hoy se valora mucho más.
Las velas pueden ser de distintos colores, pero también provocan un efecto muy especial muchas velas de un mismo color dispuestas en diferentes sitios de la estancia. Mucho más si todas están encendidas y sus llamas constituyen la única iluminación para un baño de espuma relajante o un momento romántico.
El tono ahuesado de las piedras y conchas marinas también permite lograr muy bonitas combinaciones en el cuarto de baño, sobre todo en estancias de estilos rústicos o naturales. Y si incluyen colores, se pueden buscar tonos que queden bien no solo con paredes y suelos, sino también con los textiles, como toallas, cortinas u organizadores colgantes de tela.
Las plantas, por su parte, añaden color al cuarto de baño, pero también un especial aporte de frescura y vitalidad que se agradecen mucho en cualquier estancia.