Los vaqueros son una de las prendas de ropa más utilizadas en la actualidad. Como su tela es muy práctica y resistente, cuando los pantalones ya no se usan, se puede emplear para la elaboración de muy variadas manualidades. Este artículo explica la versatilidad y las posibilidades del tejido vaquero y cómo usarlo para la confección de bolsos, monederos, hebillas, pulseras y otros complementos. También detalla cómo convertir los vaqueros que ya no se emplean en pantalones cortos o faldas y, además, reutilizar la tela restante.
Versatilidad de la tela vaquera
La tela vaquera es un material tan versátil como utilizado en nuestra sociedad, no solo en los pantalones vaqueros, que son una de las ropas más características de la actualidad, sino también en otras prendas y complementos: chaquetas, camisas, bolsos, carteras, etc. De ahí que cuando un pantalón se deja de emplear (porque está muy gastado o roto en alguna parte y no se puede arreglar, o por cuestiones de tamaño), su tejido se puede aprovechar y reutilizar de muchas formas distintas, lo cual permite dejar volar la imaginación para nuevas y bonitas creaciones y, además, ahorrar algo de dinero y generar menos residuos.
Ante todo, es importante definir qué se ha de confeccionar con la tela del pantalón, pues, según lo que se desee obtener, será conveniente cortarla de una u otra forma. También hay que tener en cuenta que una misma prenda puede proporcionar tejido suficiente para varias piezas, de modo que, antes de cortarla, es recomendable pensar en todos los usos posibles.
Tela vaquera para bolsos y monederos
Los bolsos y monederos son dos de los complementos más típicos que se pueden realizar con los vaqueros que ya no se usan.
Para obtener el modelo de bolso más sencillo, basta con plegar en dos una tela rectangular y coserla en los laterales, de modo que la parte superior quede abierta para meter y sacar las cosas. El asa también puede estar hecha con una tira del mismo tejido. En tal caso, será conveniente cortar un trozo bastante ancho y plegarlo varias veces de manera longitudinal, para darle mayor firmeza y resistencia y hacerlo más cómodo de llevar.
Para hacer un monedero, se puede usar la cremallera del propio vaquero del que se haya tomado la tela
A partir de esa estructura elemental, es posible diseñar una innumerable cantidad de formatos, modelos y tamaños: con una tapa que cubra la abertura, con o sin cierre de cremallera, formas curvas, bolsillos, adornos bordados, cosidos o pegados, etc. El tejido vaquero es especialmente apto para añadir imágenes estampadas, adornos simples como botones o parches de tela de colores (las de cuadrículas escocesas quedan muy bien) o chapas con los motivos favoritos (artistas, películas, etc.).
Los monederos son más sencillos en tanto que son más pequeños. Además, como se guardan dentro del bolso o algún bolsillo, su acabado resulta menos exigente que el de un bolso. Los pasos son: recortar una pieza de la prenda que irá plegada sobre sí misma (o dos piezas, que se han de coser una a la otra), unirlas y dejar un lado abierto donde añadir el cierre de cremallera, como se explica de manera sencilla en este vídeo. Para que el reciclado sea completo, lo apropiado será usar una cremallera tomada de algún otro monedero o prenda que ya no se use. Podría ser, incluso, la del propio vaquero cuya tela se ha empleado.
Para coser cualquiera de estas piezas, es necesario invertirlas y coserlas del revés. Una vez terminadas las costuras, el bolso o monedero se da vuelta y las costuras quedarán del lado interior, es decir, invisibles.
Hebillas, pulseras y otras posibilidades
Muchos otros objetos se pueden crear a partir de un vaquero, además de los bolsos y monederos. En ocasiones, este tejido es la mejor manera de vestir los complementos, como en el caso de hebillas para el pelo, pulseras o chapas que, mediante un imperdible, se llevan en la ropa o en el bolso. Este vídeo explica cómo realizar una pulsera con el uso como base de un trozo de tela vaquera y una botella de plástico. Los adornos y otros detalles que se colocan encima de las piezas principales son las que terminan de dar personalidad a la obra.
Los botones o parches de tela escocesa son adornos muy apropiados para los complementos hechos con tejido vaquero
Otra posibilidad es la de forrar cuadernos, carpetas, agendas o álbumes de fotos con tela vaquera. En estos casos queda muy bien la parte de los bolsillos traseros, tanto si el tejido se conserva como si se quita (la marca de las costuras y la tela menos gastada de debajo hacen evidente que el bolsillo estaba allí). Al igual que en otros objetos y complementos, un parche de tela u otros adornos (cintas, botones, etc.) vienen muy bien. El modo de colocación es muy simple: como si se forrara con papel o plástico tradicional.
Además de poder proporcionar tela para la realización de bolsos, monederos u otros complementos, los pantalones vaqueros pueden convertirse también en otras prendas: pantalones cortos o faldas.
Para que sean unos pantalones cortos, muy apropiados para el verano, no hay más que recortarlos a la altura deseada. Luego se puede optar por el estilo más adecuado y coser los bordes o dejarlos desflecados.
El proceso para transformarlos en faldas es un poco más complicado, pero no mucho. Hay que recortar ambas perneras del pantalón, descoser toda la parte de abajo y, luego, completar con tela (que se puede tomar de las propias perneras) el faltante, como se aprecia en este vídeo.
De esta manera, la forma de aprovechar un vaquero que ya no se usa es doble: por un lado, se obtiene una prenda nueva y, por el otro, queda la tela sobrante para bolsos, adornos o cualquiera de los demás complementos explicados antes.