La elección de la alfombra más apropiada para el salón depende de una serie de factores, que van desde el tamaño y los colores hasta el material, la confortabilidad y el precio. Este artículo explica el carácter clave de los tamaños y los colores para escoger una alfombra, los distintos materiales naturales y sintéticos de los que están confeccionadas y otros factores, como el pelo, la forma o el estampado, que se deben tener en cuenta para decidirse por la más adecuada.
En la elección de la alfombra para el salón entran en juego varios factores. Los principales son el tamaño y los colores de la decoración. Pero también es importante fijarse en la iluminación de la estancia, el estilo de la decoración, las características del material del que esté hecha la alfombra, su facilidad de limpieza y, por supuesto, su coste económico. En función de todas estas variables, ¿cuántos tipos de alfombras hay y cuáles son las más convenientes?
Tamaños y colores, claves para elegir una alfombra
Con relación al tamaño, se considera estándar una alfombra de entre 1,30 y 1,50 metros de ancho por 2 o 2,50 de largo. Sin embargo, esto depende de las dimensiones del salón. Si es muy grande, convendrá que la alfombra también lo sea, mientras que si es más pequeño, no solo es mejor que la alfombra sea más reducida, sino que también se puede buscar variar la forma -que no sea rectangular- para que las variantes visuales den la sensación de aprovechar mejor el espacio.
Se debe procurar que el color de la alfombra se combine bien con el suelo, las cortinas, el sofá, los cojines y las paredes
Con respecto a los colores, lo primero es considerar un elemento básico para la decoración: si el salón es grande y luminoso, se pueden usar alfombras de tonos oscuros. Pero para salones pequeños o que carecen de buena luz natural, lo mejor serán los colores claros. Siempre, por supuesto, se deben buscar las combinaciones adecuadas con el resto de los elementos de la decoración, en particular el suelo, las cortinas, el sofá y los sillones, los cojines y las paredes. Además, las alfombras pueden incorporar colores muy vivos y brillantes, siempre que el resto de la decoración del salón sea moderno y apropiado.
El material de las alfombras: naturales y sintéticos
Una de las principales características distintivas de una alfombra es el material del que está construida. Se dividen en dos grupos:
Fibras naturales. Las más tradicionales son la lana y el algodón. En general, estas alfombras son más suaves y confortables que las de material sintético. Las de algodón son las más frescas, por lo que se aconsejan para ambientes o temporadas calurosas. Como son muy ligeras, conviene colocar algún sistema antideslizante en su parte inferior.
Además, existen alfombras de materiales más delicados, como yute, bambú o coco, que son más higiénicas y antebacterianas. Se recomiendan de manera especial para personas alérgicas. Por ser más delicadas, se desgastan con mayor rapidez y son las más caras.
Fibras sintéticas. Las alfombras de fibra sintética son más modernas y más económicas. Pueden ser de materiales diversos: vinilo, acrílico, nailon, poliéster, polietileno, PVC, etc. Además de su menor precio, una gran ventaja que presentan algunas de ellas es la facilidad para la limpieza, en particular las que carecen de pelo. Algunos modelos pueden incluso limpiarse con la fregona. Esta característica las hace una muy buena alternativa para las habitaciones infantiles o los lugares donde jueguen los niños, además de para sitios propensos a ensuciarse, como la cocina.
Otra característica de las alfombras es la extensión del pelo, que entre otras cosas determina su capacidad como aislante térmico. Las de pelo más largo son las más cálidas. Las de más corto, en cambio, resultan más frescas. Si el suelo es de mármol o cerámica, conviene el pelo largo, ya que contendrá mejor el frío en las épocas de bajas temperaturas.
Con relación a la forma, si son pequeñas, se puede jugar mejor con las variantes y asimetrías. Además de los modelos rectangulares, hay alfombras ovaladas, semiovaladas y otras más raras, con forma de triángulo o de trapecio, o infantiles, con siluetas de personajes de fantasía o de dibujos animados.
A menudo, la forma de las alfombras se relaciona con su dibujo o estampado. Si se trata de un estampado clásico, lo más idóneo es que el formato también lo sea: rectangular, o a lo sumo ovalado o semiovalado. Las alfombras con dibujos modernos se pueden permitir formas más originales, aunque siempre dentro de lo limitado de las innovaciones en este sentido.