Aunque lo más común sea adquirir cinta de cantear ya preencolada, que pueda ser fijada a los bordes de las maderas de peor calidad para mejorar su aspecto final, también pueden comprarse cintas sin adhesivo, por lo que resulta conveniente conocer cómo adherirlas.
El proceso es diferente al de las cintas preencoladas, ya que no es el calor de una plancha el que las pega, sino la cola de carpintero, que deberemos adherir a las dos superficies.
Mientras se va colocando la cinta se debe ejercer presión para que se fije y comprobar que está recta. Una vez que se encuentra en la posición adecuada es conveniente emplear un trozo de madera mártir, al que aplicar unos sargentos para asegurarnos de que la cinta no se mueva mientras se seca la cola.