Imagen: Giles Douglas
Los tabiques de escayola son útiles para separar estancias o construir paredes que no soporten cargas. Sin embargo, su funcionalidad va más allá. No han de ser necesariamente «paredes limpias». En ellos se pueden realizar rozas o empotrar mecanismos, siempre que se utilicen medios mecánicos como rozadoras, taladros o cortadoras «que no trabajen a percusión», precisa la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso, ATEDY.
Antes de llevar a cabo cualquier trabajo, es fundamental unir las juntas y el resto de encuentros de las placas de escayola para mejorar la resistencia del tabique. Respecto a las rozas, deben ajustarse a las dimensiones del dispositivo que se quiera empotrar, cepillarse para eliminar cualquier resto de polvo, humedecerse con una mezcla de adhesivo y escayola y, finalmente, tratarse con un recubrimiento.
Electricidad
En los tabiques de escayola se pueden instalar cajas de distribución. El hueco se realiza con brocas de vaso, a una distancia mínima del techo de 20 centímetros. La misión de las rozas, en este caso, es conectar las cajas con los enchufes e interruptores. Para ello, han de seguir un trazado vertical u horizontal desde un punto a otro.
Las rozas han de seguir un trazado vertical u horizontal desde la caja de distribución
Conviene no marcar las rozas en la parte superior de puertas y ventanas o siguiendo las juntas horizontales de los paneles. Además, ATEDY recomienda emplear un recubrimiento mayor de un centímetro en las rectas y superior a 0,5 centímetros en los quiebros o ángulos y en tabiques de espesor igual o inferior a cinco centímetros desaconseja las rozas horizontales.
Es importante tener en cuenta el espesor del tabique a la hora de calcular las secciones de los tubos que albergan los cables de fase, neutro y tierra. Puesto que estos pueden tener una sección de 2,5, 4 y 6 milímetros (mm), el diámetro de los tubos puede ser de 13, 16 ó 23 mm.
Fontanería
El proceso es similar al de las rozas para electricidad, aunque existen una serie de normas específicas para aquellas instalaciones que vayan a soportar temperaturas elevadas. Así, el espesor mínimo del tabique debe ser de 70 mm, en el caso de utilizar coquillas su diámetro no ha de ser superior a 21 centímetros, el espesor mínimo del recubrimiento será de 15 mm, los trazados horizontales serán como máximo de 40 cm y los verticales estarán en función del espesor del panel, pudiendo llegar hasta los 120 cm en tabiques de 70 mm y a 150 cm para espesores de 100 mm.
Tampoco en este caso debe emplearse un medio manual como el cincel para realizar las rozas. Los medios mecánicos son más adecuados. Asimismo, hay que asegurarse de que la distancia entre rozas no sea inferior a 70 cm, excepto en canalizaciones que alimenten a un mismo aparato. En este último supuesto, ATEDY contempla la posibilidad de colocarlas «en rozas separadas 150 mm o en una misma roza de ancho inferior a 50 mm». Las instalaciones de calefacción tienen la misma consideración que las de fontanería.
