Independientemente de que la cantidad de agua caída durante el invierno haya sido más o menos importante, aún restan muchos días de lluvias. Así que, si todavía no se dispone de un sistema de canalización de agua en el jardín o huerto, resulta conveniente improvisar uno para las lluvias que lleguen.
Está claro que cuando caigan 90 litros de agua por metro cuadrado en pocas horas de poco va a servir el mejor sistema de evacuación de agua, ya que el encharcamiento y la inundación de las plantaciones serán inevitables. Pero en circunstancias normales el agua caída no será tanta y se podrá evacuar con total normalidad.
En primer lugar es recomendable realizar un plano del jardín y detallar aquellos lugares que se desea proteger especialmente del estancamiento del agua. Luego, es conveniente tratar de establecer una red de conexión entre ellos o, simplemente, de buscar la mejor manera posible de alcanzar el punto de alcantarillado más cercano del que se disponga.
Cuando se tenga toda la red de evacuación de agua dispuesta en el papel, será el momento de trasladarla a la práctica. Para ello es necesario cavar ligeramente por el trayecto previamente establecido. Se puede valorar, incluso, la posibilidad de instalar tramos de canalones para mejorar el desalojo del agua. Obviamente la existencia de una pendiente a lo largo del recorrido favorecería el paso del agua hacia su desembocadura final y cuanto mayor sea ésta, mayor capacidad de desagüe se tendrá.