Si desea que sus ejemplares de violetas permanezcan en buen estado a lo largo de todo el proceso de floración, y éste dure lo máximo posible, deberá tener en cuanta algunas premisas y poner en práctica ciertos consejos como los que se exponen a continuación:
–Son ejemplares muy sensibles al exceso de agua y no pueden mojarse sus hojas, tallos ni flores, por lo que a la hora de regar las violetas no deberá pulverizarlas, sino colocar bajo ellas un plato con agua y grava. Lo ideal es que riegue llenando el plato y dejando que sea la propia planta quien absorba el agua que necesite. Una vez pase un tiempo prudencial, una media hora, retire el exceso de agua del plato, que podrá emplear para cualquier otro ejemplar.
–Al ser ejemplares aterciopelados sus hojas no pueden mojarse. Debe limpiar y retirar el polvillo en seco, con la ayuda de un pincel. Realice esta labor cada dos semanas, a la vez que examina las hojas en busca de plagas. Sus principales enemigos son los pulgones y las cochinillas, que se desarrollan fundamentalmente cuando las temperaturas son elevadas.
–También la botritis ataca sus flores, haciendo que sobre su superficie aparezcan tonos pardos o rojizos. Su aparición se suele producir por falta de aireación y exceso de humedad. Para solventar el problema deberá retirar las partes del ejemplar dañadas y aplicarles un insecticida sistémico.