Por muchos cuidados que se presten al jardín es muy probable que lleguen a producirse algunos problemas que habrá que atajar. Los condicionantes son numerosos: desde el tiempo y la estación del año en la que nos encontremos hasta los animales e insectos que puedan aparecer.
Poca cosa podemos hacer para impedir la aparición de ambos aspectos, pero sí podemos salvaguardar los ejemplares para conseguir minimizar los daños que puedan llegarles a causar.
Un jardinero experto es capaz de prevenir la aparición de plagas y enfermedades, no espera a percibir algo anormal en el desarrollo o colorido de los ejemplares para actuar. Pero si usted es un jardinero aficionado, sepa que también puede prevenir algunos problemas si procede de la siguiente manera:
–Prepare el suelo de forma cuidadosa, aireándolo y desmenuzando los terrones que pueda presentar.
–Cuando adquiera plantas en centros de jardinería y viveros escoja siempre plantas sanas.
–Realice una buena planificación para cada tipo de planta, eligiendo una ubicación correcta respecto a sus necesidades lumínicas y un terreno que le aporte los nutrientes necesarios, así no tendrá que aportárselos mediante abonos.
–Plante o siembre correctamente y en la estación más apropiada.
–Proporcione los nutrientes necesarios a sus plantas.
–Procure eliminar las plantas o partes de éstas muertas o marchitas, los desechos y las malas hierbas.
–Pode correctamente y en función de sus necesidades, para controlar tanto el tamaño y la forma como la zona hacia la que quiere que se desarrollen sus ejemplares, sobre todo las ramas de los árboles.
–Proteja determinadas áreas del jardín de la presencia de animales, incluidos los domésticos, sobre todo las cercanas a las áreas de descanso o la piscina.
–Pulverice con los productos químicos necesarios para evitar la aparición de enfermedades propias del tiempo y la estación.