La melamina es un material muy utilizado para fabricar los muebles de cocinas y baños, debido a su fácil limpieza y a su resistencia a la humedad. Si desea saber más acerca de este material puede consultar el presente enlace .
Pero si lo que quiere es cambiar el aspecto de los muebles de la cocina acabados en melamina, lo primero que ha de hacer es lijar la superficie con una lijadora orbital, eliminando los posibles restos de polvo con una aspiradora, una vez terminado el lijado.
Tras este paso, se deberá aplicar una mano de imprimación a la madera, para que se fije sin problemas la capa de pintura con la que se va a redecorar el mueble. Es recomendable aplicarla con la ayuda de un rodillo, para conseguir un acabado uniforme, evitar goterones y terminar el proceso de pintado en menos tiempo.
Vuelva a lijar la superficie del mueble, pero en este caso hágalo a mano, para conseguir un acabado más uniforme. Luego, extienda tres manos de esmalte-laca sobre su superficie. En este caso se ha optado por el color blanco y por ello, para evitar que amarillee, se recomienda añadir al esmalte unas gotas de tinte negro.
Aplique tres manos con el rodillo, respetando los tiempos de secado indicados por el fabricante del esmalte-laca, lije la superficie, con una lija fina y, una vez seca la tercera mano, limpie los restos con un trapo seco.
Si lo prefiere puede fijar a las puertas unos listones de madera, cortados a inglete como si de las molduras de un cuadro se tratara. En el ejemplo, como las puertas son blancas unos listones de color negro podrían ser una buena opción, ya que destacarían sobre el blanco y el color gris de los tiradores haría de elemento de transición entre ambos colores.