Normalmente los cuartos de baño disponen de un espacio muy reducido para la inclusión de cualquier otro mobiliario que no sean los propios sanitarios. Así que será especialmente importante aprovechar los lugares «olvidados» como son las esquinas.
Para no tener que recurrir a las habituales rinconeras una sugerencia es utilizar uno o dos azulejos grandes para hacer el estante.
El primer paso después de tener el material necesario (en este caso el azulejo), es cortar en diagonal la baldosa con un rayador de azulejos de tal manera que el resultado sean dos triángulos equiláteros. Si se tiene decidida la ubicación del estante se colocará en ese lugar el azulejo. Con un nivel se comprueba que queda paralelo al suelo y se marca con un lápiz su posición.
Para sujetar la balda será necesario utilizar un soporte que se instale bajo la línea trazada. A la hora de fijar el soporte a la pared se marcará la posición donde irán los tornillos, para lo que se colocará el soporte y a través del agujero se marcará con un lápiz la posición donde hay que taladrar. A continuación será necesario separar el soporte, taladrar e insertar el taco. Por último se colocará el soporte y se atornillará.
En función del tamaño del azulejo será necesario colocar uno o dos soportes en cada lado. Si se quieren asegurar aún más los anaqueles se puede impregnar de algún adhesivo la parte superior de los soportes que irán en contacto con la baldosa.
Así está el estante colocado pero además no hay que olvidar que el azulejo se puede decorar y pintar como se desee, además es indispensable darle a los cantos de la baldosa una mano de pintura del mismo o diferente color que el propio azulejo y acabarlo con una capa de barniz.