Cuando se quiere comprobar que todos los enchufes de una vivienda funcionan correctamente es necesario emplear un buscapolos. Se trata de una herramienta también conocida como ‘comprobador de tensión’ o ‘detector de voltaje’, cuya función es básicamente confirmar que hay corriente eléctrica en toda la instalación. En concreto, revela cuáles son los hilos de fase o aquellos por los que pasa la electricidad.
Este aparato también es muy útil cuando la instalación eléctrica es tan vieja que no permite distinguir el color de los cables o cuando se realizan obras y hay que asegurar que se ha cortado la corriente en todo el circuito. En caso contrario, si la corriente aún ‘circula’ por algún enchufe se corre el riesgo de sufrir una descarga eléctrica al manipular alguno de los cables.
Es un aparato con forma de destornillador que, al contacto con la corriente, ilumina una pequeña bombilla ubicada en la parte superior
En cuanto a su apariencia, un buscapolos es un aparato con forma de destornillador. De hecho, también se le denomina «el destornillador de los electricistas». En su interior alberga un fusible que, al contacto con la corriente, ilumina una pequeña bombilla ubicada en la parte superior. Si esa bombilla no se ilumina, significa que en ese punto no hay corriente eléctrica.
Para comprobarlo, hay que introducir el buscapolos en uno de los dos alveolos que tienen los enchufes. Sólo uno de ellos conseguirá que el buscapolos se ilumine: en el que se encuentra el hilo de fase. Hay dos tipos de buscapolos en función de la tensión que sea capaz de detectar. El de menor tamaño detecta corrientes de 100 a 250 voltios y el grande, de 150 a 250 voltios. La tensión habitual de las casas es de 230 voltios.
Por otro lado, para un uso más cómodo, el buscapolos dispone de un sistema tipo ‘clip’ que permite colgarlo del bolsillo, para tenerlo siempre a mano. Hay modelos que también disponen de una pequeña pila que transmite energía a la bombilla. El mango suele ser transparente para dejar ver perfectamente dónde se encuentra la pila, por si fuera necesario cambiarla.
Cada casa dispone de dos conductores de electricidad. Uno se llama ‘conductor neutro’ y otro ‘conductor de fase’. Además, es obligatorio que llegue una toma de tierra, que es la que transporta la electricidad al hogar y protege a las personas ante cualquier fuga. Esta toma de tierra evita los típicos ‘calambrazos’ al tocar un electrodoméstico, ya que envía ese exceso de electricidad, precisamente, a la tierra.
Para distinguir cada uno de los cables hay un código normativo según el cual el aislante del conductor de tierra debe ser verde y amarillo; el del conductor neutro, azul; y el hilo de fase, de un color diferente a los anteriores, normalmente marrón, gris o negro. Al usar colores diferentes, se puede distinguir fácilmente cada uno de los cables cuando tenemos que hacer una reparación o realizar cualquier trabajo en la instalación.