Antes de intervenir en los circuitos eléctricos de una vivienda y para conocer mejor su funcionamiento, es fundamental dominar algunos conceptos elementales. En ocasiones, magnitudes como tensión, intensidad o potencia y sus respectivas unidades de medida se confunden entre sí. Para evitarlo, es imprescindible aprender a distinguirlas.
Tensión
La diferencia de tensión entre dos puntos produce la circulación de corriente eléctrica cuando hay un conductor que los vincula. De la misma manera que la presión permite que el agua corra por una tubería, la tensión es la magnitud que hace que la electricidad circule. Su unidad de medida es el voltio (V). Por eso, de modo popular también se le llama voltaje. Además, cuando se habla de tensión es necesario conocer la naturaleza de la corriente:
Continua: los electrones van del polo negativo al positivo. Es el tipo de corriente que tienen las pilas o los acumuladores. Su tensión es de 1,5 V, 3V, 4,5V, 6V o 9V. En las recargables es inferior a 1,2V.
Alterna: en este caso carece de polos positivos y negativos, se debe hablar de fase y neutro. La corriente eléctrica que llega a las viviendas a través de un contador y de unos interruptores es de naturaleza alterna de 230V y de una frecuencia de 50 hertzios.
Intensidad y potencia
Por analogía con un circuito de agua, la intensidad de la corriente eléctrica es similar al caudal que se evacúa cuando se acciona un grifo. Se define como el flujo de electrones que circula en un sentido determinado a través de un conductor. Si la intensidad es constante en el tiempo, la corriente es continua. En caso contrario, se denomina variable. Puesto que se mide en amperios (A), una lámpara de 100 vatios (W) tiene una intensidad de 0,5 A mientras que una plancha utiliza una intensidad de hasta 6 A.
La intensidad eléctrica se mide en amperios
La potencia es el resultado de multiplicar la tensión por la intensidad. Equivale a la cantidad de trabajo o a la energía transferida en la unidad de tiempo. Su unidad de medida es el vatio (W) y es una magnitud fundamental para conocer la cantidad de energía que se consume en una casa. La potencia de los aparatos eléctricos se detalla en una placa descriptiva. Es posible encontrarla expresada en vatios (W) o en kilovatios (kW). Una lámpara de iluminación tiene entre 75 y 100 W, una plancha tiene 1.000 W y un secador de pelo, 1600W.
La cantidad de energía que se consume en un hogar se mide en kilovatios por hora (kWh). Varía de forma sustancial en función de la época del año y del uso que se haga de los aparatos eléctricos. La energía consumida es el resultado que se obtiene al multiplicar la potencia de los equipos y electrodomésticos de un hogar por el tiempo de uso.
Una bombilla de 100 W consume en cuatro horas de funcionamiento una energía equivalente a 0,4kWh. Las principales empresas comercializadoras de electricidad cuentan en sus páginas web con simuladores o calculadoras que estiman la energía consumida por los principales aparatos eléctricos con los que está equipado un hogar.