La pasta de sal es una masa con la que se pueden realizar bellas manualidades que sirven para decorar el hogar o para regalar. Hacerla es muy fácil y ofrece la posibilidad de construir figuras variadas con gran sencillez, tanto a mano como con el uso de moldes. Este artículo explica cómo elaborar la masa, consejos para el correcto trabajo con ella y detalles sobre la tarea con un material alternativo: la pasta de papel.
Imagen: arteazul
Cómo elaborar la masa
El principal ingrediente de la pasta de sal es, como su nombre indica, la sal. Pero no es el único. Para adquirir su textura definitiva necesita la ayuda de otros tres colaboradores: agua, harina y aceite. La cantidad que debe emplearse es dos vasos de harina, un vaso de sal, otro de agua y una cuchara de aceite o glicerina. Estos ingredientes se mezclan en un cuenco hasta obtener una pasta, que no debe ser demasiado líquida, por lo que conviene agregar el agua poco a poco. Cuando la pasta se desprenda fácilmente de las paredes del cuenco y no se pegue a las manos, estará lista para trabajar con ella.
La pasta de sal se puede guardar hasta dos días en el frigorífico sin que pierda sus propiedades
En cuanto a la conservación, durante el trabajo hay que mantener la pasta de sal en una caja hermética de plástico para que no se seque. Además, si no se usa toda la masa, se puede guardar hasta dos días en el refrigerador sin que pierda sus propiedades (en una bolsa de plástico).
Para que sea útil, la pasta de sal debe tener una textura similar a la masa de pizza o pan. Si se emplea sal gorda en vez de sal normal, el resultado será una textura más rugosa. Si la pasta la utilizarán los niños, se puede conseguir una masa más elástica con la mezcla de dos tazas de harina con un poco de levadura, una taza de agua, dos cucharas soperas de aceite y cuatro cucharas de café.
Los ingredientes se cuecen en un cazo a fuego muy suave y, cuando la pasta no se pegue y forme una bola, se deja enfriar. Esta masa resulta parecida al yeso que se usa para blanquear.
Consejos para el trabajo con pasta de sal
Modelar con pasta de sal no es difícil. A pesar de los resultados, la técnica sorprende por su sencillez. Se puede dar forma a pequeñas figuras, tazones, sombreros, pulseras, collares…
El éxito de un objeto depende de su cocción: a unos 120 o 150 grados en el horno durante 30 minutos
En todo caso, el éxito de un objeto elaborado con pasta de sal «depende de su cocción: hay que secar las figuras en el horno, a unos 120 o 150 grados, por lo menos durante 30 minutos», recomienda Arlette Martín, responsable de Arteazul. En el tiempo de horneado influyen aspectos como el grado de humedad o el grosor de cada pieza.
Para modelados pequeños y frágiles, se puede trabajar directamente sobre papel para horno. De esa manera, basta con deslizar el papel sobre la placa. «Así evitamos manipular el pequeño modelado», precisa Martín.
Una vez que las figuras están secas hay que pintarlas. Si se quieren obtener tonos suaves, lo más recomendable es utilizar acuarelas. Si se prefieren los tonos vivos, hay que decantarse por pinturas acrílicas (con agua). También se pueden emplear colorantes que se mezclan directamente con la masa.
El último paso del proceso consiste en barnizar las piezas para protegerlas del polvo y la humedad. Es frecuente que el barniz sea el mismo que se emplea para madera (mate o brillante) o en spray. Con tres capas es suficiente.
La pasta de papel es una alternativa a la pasta de sal. No obstante, según Arlette Martín, son dos técnicas “completamente diferentes”. La de papel permite “trabajos grandiosos y duraderos”, pero requiere una preparación más compleja a base de papel, agua y cola. Es lo que se conoce como “papel maché” o machacado.
La plasticidad y resistencia al paso del tiempo de la pasta de papel permite realizar muebles de grandes dimensiones
Su principal característica es que resiste muy bien el paso del tiempo y sus cualidades plásticas, similares a las del barro, permiten creaciones de grandes dimensiones. Incluso se pueden construir muebles con pasta de papel.
El papel más empleado en la elaboración de la pasta es el papel de periódico, que se puede cortar en tiras o en trozos pequeños, pero sin emplear tijeras. Los cortes se deben hacer siempre con las manos, ya que así el papel conserva en los bordes unos flecos muy finos que, por su capilaridad, absorben el agua y la cola. Hay dos posibilidades: sumergir las tiras de papel en una mezcla de cola con agua caliente o empapar trocitos de papel en agua caliente, escurrir y añadir agua y cola en polvo.