Muchas veces, a la hora de proporcionar los cuidados necesarios para que nuestras plantas se desarrollen sin problemas actuamos de forma irreflexiva, sin pensar en las consecuencias que nuestros actos pueden llegar a tener en la salud de los ejemplares.
Es frecuente, por ejemplo, si tenemos todos nuestros ejemplares juntos, que los reguemos a la vez, proporcionándoles la misma cantidad de agua o la que consideremos que necesitan teniendo en cuenta el tamaño de su tiesto. Si esto se hace sin comprobar si su cepellón esta seco, puede ser realmente perjudicial.
Tampoco es recomendable abonar sobre un cepellón seco, porque podría provocar que se quemaran las raíces. Además, si después de abonar decide regar solo logrará que el exceso de agua arrastre fuera del tiesto los nutrientes extra que acaba de proporcionar a su ejemplar. Por lo tanto, lo mejor es abonar los ejemplares, con un complemento específico, tras haber regado.
Es recomendable colocar bajo los tiestos de los ejemplares un platito que recoja el exceso de agua que drene la planta a través del agujero del tiesto. De esta forma se evitará que se moje el suelo de la terraza, balcón o del interior de la vivienda, algo peligroso sobre todo si es de madera.
Conviene tener en cuenta que no se deben abonar los ejemplares enfermos. Estos productos son un fertilizante, no una medicina. Antes de aplicarlos habrá que averiguar qué le sucede al ejemplar y remediarlo.