¿Cuánto cuesta pintar el coche? El coste total depende de numerosos factores, pero si utilizas pintura monocapa obtendrás muchas ventajas, ya que te permite ahorrar tiempo, trabajo y dinero. Exige una preparación de la superficie menos rigurosa que la pintura normal, pero, de todos modos, hay que tener cuidado, entre otras cosas, de quitar la pintura antigua deteriorada y usar las herramientas apropiadas. En este artículo se detallan estos y otros consejos para la correcta aplicación de pintura monocapa.
Ventajas de la pintura monocapa
La pintura monocapa es un tipo de pintura plástica, espesa, cuya principal característica le da nombre: en general, basta con aplicar una sola mano para considerar el trabajo terminado en superficies donde, con pintura normal, harían falta al menos dos. Además, es muy resistente, lavable, apta para exteriores e interiores y con propiedades inocuas, debido a lo cual se puede emplear para superficies que estén en contacto directo con alimentos.
Para el uso de la pintura monocapa, la temperatura idónea es de 25 ºC
El precio de la pintura monocapa es un poco más elevado que el de otros tipos de pintura, pero en general resulta más económica, ya que se usa menos cantidad. Permite ahorrar no solo dinero, sino también trabajo y tiempo, ya que, además de exigir menos capas, se seca rápido: tarda entre 30 minutos y 3 horas. La condición es que la temperatura del ambiente sea de unos 25 ºC. Si el clima está muy frío o demasiado caluroso, el secado y el agarre de la pintura a la superficie corren riesgo de presentar inconvenientes.
Consejos para el uso de pintura monocapa
Además de tener en cuenta la temperatura, conviene también seguir una serie de pautas para preparar la superficie que se ha de cubrir con pintura monocapa. Se detallan a continuación:
- Pintura antigua. Dado que la monocapa es una pintura espesa, no es necesario acondicionar la superficie de manera tan exhaustiva como cuando se ha de aplicar pintura normal. Pero sí exige que se retire la pintura antigua si está descascarillada o muy deteriorada. Para ello, se puede utilizar un cepillo de cerdas metálicas o una espátula. Si existen dudas sobre la necesidad de quitar la pintura antigua, una cinta de carrocero sirve para realizar una prueba: se pega un trozo a la pared y luego se tira de ella. Si la pintura queda adherida a la cinta y se despega de la pared, hace falta retirarla. Si no, se puede aplicar la pintura monocapa por encima.
- Limpieza. Hay que asegurarse de que la superficie esté seca y limpia de polvo. Un trapo humedecido con agua y jabón permite dejar la pared en condiciones adecuadas.
En algunas superficies como madera, cemento, yeso o metal conviene usar una capa de imprimación
- Imprimación. Algunas superficies, como las de madera o cemento, requieren de una capa de imprimación. A las de metal, por su parte, hay que aplicarles una mano de antioxidante. Y también será necesario aplicar otra de selladora en el caso de paredes o techos de yeso que nunca se hayan pintado, para facilitar de ese modo la fijación de la pintura a la superficie.
- Herramientas. La pintura monocapa permite su uso en general sobre cualquier superficie, pero hay que asegurarse de utilizar las herramientas apropiadas, ya que la forma correcta de aplicarla depende no solo del material sino también de la rugosidad de la pared o el techo a tratar. Para superficies lisas, convienen rodillos de pelo corto o de espuma, mientras que para otras más irregulares, como el gotelé, es necesario el empleo de rodillos de lana de pelo largo.
- Ventilación. Es recomendable que la estancia que se ha de pintar esté bien ventilada, para que no se impregne del olor de la pintura. Para casos en que se ha de pintar un habitáculo sin suficiente ventilación, como una despensa, un trastero o incluso el cuarto de baño, un truco: colocar un plato con agua y unas rodajas de cebolla en su interior. Esta sencilla mezcla elimina el olor mientras la pintura se seca.
- Conservación. Para conservar la pintura monocapa es fundamental dejarla en su bote original, bien cerrado y en un lugar templado, ya que temperaturas muy bajas (cercanas a cero grados) o muy altas (como si se la deja expuesta al sol en verano) deterioran su composición y la arruinan.