Una de las plantas más sencillas de cultivar durante el invierno, sobre todo en el interior de nuestras casas, son los jacintos. También podrá emplazarlos en el jardín utilizando la misma técnica que vamos a comentar ahora. No obstante, en el interior de la casa se encontrarán mejor protegidos frente a factores atmosféricos adversos como las heladas.
Si coloca los jacintos en estancias calefactadas deberá vigilar su riego y pulverizarlos de vez en cuando, debido a que la calefacción reseca artificialmente el ambiente y produce continuos cambios de temperatura, que pueden llegar a afectar a los ejemplares si no somos cuidadosos a la hora de regarlos y elegir una ubicación conveniente.
Elija bulbos que no se encuentren deteriorados por golpes, presenten manchas o deformaciones. Deben plantarse en sustratos ricos en nutrientes y con un buen drenaje, para evitar que el exceso de agua dañe su sistema de raíces, y provoque el marchitamiento prematuro de las flores.
Plante los bulbos de los jacintos en tiestos individuales aproximadamente de unos 9 centímetros. Hay que tener en cuenta que el extremo del que brotan los tallos habrá de sobresalir de la tierra del tiesto o de la del jardín. Para que sus ejemplares broten deberá plantarlos en un lugar oscuro durante ocho o diez semanas. Si desea componer un centro de bulbos de jacinto lo más conveniente es que los coloque ya en una maceta conjunta.
Cuando tengan un buen número de hojas y estén creciendo los tallos de flor coloque musgo sobre la tierra de su centro y ubíquelo en su emplazamiento definitivo.