A finales de otoño es la mejor época para plantar rosales. Estos arbustos pueden encontrarse en contenedor, cepellón o a raíz desnuda. En cualquier caso, lo más conveniente es plantarlos antes de que lleguen las heladas, porque de lo contrario habrá que esperar hasta principios de la primavera.
Si ha optado por comprar un rosal con la raíz denuda corte las partes dañadas y dobladas de sus raíces y acorte el resto hasta dejarlas con una longitud de 15 a 20 centímetros.Cave un hoyo en el suelo el doble de grande que las raíces que ha dejado sin cortar y lo suficientemente profundo como para que éstas quepan sin problema alguno.
Rellene el hoyo con la tierra extraida mezclada con mantillo o compost hasta formar un montón de 15 a 20 centímetros de alto y afiance bien la planta para que no se la lleve una ráfaga de viento fuerte.
Con la ayuda de una regadera riegue abundantemente el rosal, ya que si lo hace con una manguera puede llegar a desestabilizar la planta. Una vez la tierra haya quedado bien empapada, asegúrese de que el sustrato esté húmedo los primeros días para lograr que el nuevo rosal arraigue sin problemas.