Más vale prevenir que curar. Este sabio refrán también puede aplicarse a las plantas, a sus enfermedades y plagas. Por ello, siempre que se pueda conviene utilizar remedios ecológicos para prevenir las enfermedades de las plantas, que son más que suficientes, aunque nunca hay que desestimar la ayuda de los insecticidas y demás productos cuando sean necesarios.
El estado de la tierra es, asimismo, un buen indicador de la salud de las plantas. Pero tenga cuidado a la hora de interpretar los síntomas y en caso de duda pregunte. Mantenga limpias las plantas, sobre todo si las ha introducido en casa tras haber estado en el exterior, ya que la sequedad y la suciedad favorecen la aparición de enfermedades.
Retire a menudo las flores marchitas para que el daño no se extienda por todo el ejemplar y riegue abundantemente al menor síntoma de sequedad. Por último, tenga en cuenta antes de tomar cualquier medida drástica, y siempre que no vea los síntomas claros, que puede probar a cambiar la planta a un lugar que se adapte mejor a sus necesidades y comprobar si su planta mejora. No obstante, recuerde que al cambiar las plantas de lugar necesitarán un tiempo para aclimatarse a la nueva ubicación.
Recuerde también que ante la mínima presencia de una plaga es recomendable poner el ejemplar en cuarentena, para evitar que ésta se extienda por las plantas circundantes. Será necesario cortar las partes atacadas para evitar que el foco se extienda por todo el ejemplar y quemar las partes dañadas. Además es recomendable desinfectar con alcohol las herramientas que se hayan utilizado para podar las partes marchitas.