La tierra donde crecen nuestras plantas debe ser un punto muy importante de nuestra atención. Es evidente que el entorno en el que las raíces de la planta se desarrollan debe estar en las mejores condiciones para que no haya problemas en su crecimiento. La tierra común en las macetas se endurece y apelmaza no dejando pasar oxígeno a las raíces, no drena bien y muchas plantas delicadas mueren. Para evitarlo, pica en trocitos muy pequeños con un martillo corteza de pino y mézclalo con turba, que es una especie de carbón vegetal que puedes encontrar en tiendas de jardinería. Has de usar la misma cantidad de ambas. Para hacer la mezcla más suelta añade otra parte de corcho blanco picado, plástico granulado o arena de río.