Colgar cuadros en el cuarto de baño es una opción decorativa apropiada para darle estilo y calidez a este ambiente de la casa. Aunque el baño sea pequeño, siempre se hallará un espacio libre donde ubicar un cuadro. Las imágenes pueden ser figurativas o abstractas, con imágenes florales, retratos o aquello que sea del gusto del decorador. Solo se debe tener la precaución de no exponerlos en exceso a la humedad y el vapor de la ducha. A continuación se describe el uso de los cuadros para decorar el baño, las imágenes más utilizadas y cómo protegerlos de la humedad.
Cuadros para decorar el baño
Los cuadros desempeñan un importante papel en la decoración del hogar, tanto por su aporte de inspiración y belleza como por la calidez que generan en todos los ambientes donde se colocan. Por lo general, se cuelgan en las paredes del salón, el recibidor, algún pasillo o el dormitorio. Pero hay espacios menos habituales, como el cuarto de baño, donde brindan un toque distinguido y muy acogedor.
Paisajes naturales, anuncios de cosméticos y flores están entre los temas más recurrentes para los cuadros del cuarto de baño
Por más pequeño que sea el cuarto de baño, siempre es posible encontrar algún espacio libre donde poner un cuadro: sobre el inodoro, a los lados del espejo del lavabo o detrás de la puerta. Si se tiene presente que un cuadro puede tener diferentes tamaños, incluso de miniatura, resulta más evidente aún que pueden colocarse uno o varios en distintas paredes. En ambientes pequeños o con techos de baja altura, se aconseja escogerlos en formato vertical, dado que de esta manera producen una sensación de mayor amplitud.
Los cuadros conforman una sencilla solución para agregar interés a las paredes y constituyen, además, un recurso apropiado para introducir colores en la decoración del baño y así otorgarle más dinamismo. Por lo tanto, conviene tener en cuenta también que el color del marco combine con el estilo general.
Imágenes apropiadas para el cuarto de baño
La elección de los cuadros y las imágenes que contengan no tienen condicionamientos de ninguna clase y, en todo caso, queda determinada al gusto del decorador. No obstante, se indican a continuación algunas sugerencias e ideas para que la decisión resulte acertada según el estilo del baño y las características de los habitantes del hogar.
Los cuadros pueden tener imágenes que procuren relajar o bien tener un estilo más provocador. En general, si están en espacios pequeños conviene optar por imágenes que tiendan al reposo, mientras que los cuadros más llamativos se destacarán mejor en una pared con buena perspectiva.
Algunas de las temáticas más utilizadas para decorar el cuarto de baño son los paisajes naturales, los anuncios antiguos de perfumes y jabones u otros carteles callejeros, arreglos florales y pinturas abstractas en general.
El feng shui también aporta algunas sugerencias para elegir imágenes y colores que den armonía a la decoración del cuarto de baño. En este sentido, esta disciplina oriental aconseja incorporar cuadros que aludan a los elementos madera, tierra y fuego expresados en los animales y la flora, para equilibrar con el agua que está tan presente en esta estancia. Y, además, recomienda un predominio de colores como el rojo y el marrón, que añadan calidez a la decoración.
El inconveniente principal de los cuadros en el baño es la gran cantidad de humedad que se genera en este ambiente, y que afecta a la buena conservación del papel sobre el que estén montados. Una forma de protegerlos, que no los aísla de manera hermética pero sí reduce el efecto nocivo, es enmarcarlos y cubrirlos con un cristal o una lámina de vinilo o plástico.
Por el mismo motivo, es preferible evitar la proximidad de la ducha o la bañera, con el fin de impedir que el vapor los deteriore. Si el baño cuenta con una ventana u otro mecanismo de ventilación, lo conveniente será colocar el cuadro cerca, para que reciban la mayor aireación posible.