Cada vez más, y sobre todo en los meses en los que el buen tiempo acompaña, los jardines se van convirtiendo en centro de reuniones sociales y celebraciones importantes.
Para estas ocasiones especiales se puede vestir el jardín y el mobiliario del mismo de una manera distinguida. No hace falta disponer de unos asientos y mesas espectaculares, pero sí que estén decorados de manera atractiva.
Una propuesta consiste en engalanar las mesas, las sillas, las butacas y parte del recinto con un tejido ligero, como puede ser la gasa. Los colores crudos, sobre todo los blancos o cremas, son los que, sin duda, consiguen dar un toque de distinción. Pero si lo que pretende es que sea una fiesta un poco más informal o alegre puede recurrir a colores pastel como el salmón, el verde y el azul.
Cuando adquiera la tela, recórtela adecuándola a cada objeto que vaya a decorar y utilice un mismo motivo para sujetarla. Por ejemplo, sírvase de una cinta dorada para ajustar la tela al asiento y al respaldo o realice un recogido floral en la parte baja de la mesa, etc.
Compruebe que los motivos decorativos se encuentran bien fijados antes de que sus invitados se lleguen a sentarse sobre ellos para evitar que se caigan o bien se enreden en los cuerpos de los usuarios. Una vez termine la fiesta, guarde los motivos decorativos para otra ocasión y así compensará la inversión, tanto económica como de tiempo, realizada.