El trapeado consiste en aplicar dos pinturas de tonalidades diferentes sobre una superficie. Al esparcir la segunda con un trapo, se obtienen resultados muy atractivos. Esta técnica se practica por lo general sobre paredes, pero también en mesas y otros muebles. Este artículo detalla los beneficios de la pintura decorativa para la mesa, las formas de aplicar el trapeado y algunas consideraciones para tener en cuenta antes de ejecutarlo.
El trapeado, una pintura decorativa para la mesa
El trapeado es una técnica de pintura que permite lograr atractivos resultados. Por lo general, se aplica sobre paredes, pero también existe la posibilidad de utilizarla en la decoración de muebles, como mesas, cajoneras o armarios. Consiste en superponer dos capas de pinturas de distintos colores, la segunda con ayuda de un trapo, de tal modo que se combinen ambas tonalidades.
Antes de pintar la mesa, hay que lijarla para eliminar defectos y rellenar los agujeros con pasta de madera
En el caso de una mesa, es fundamental preparar la superficie antes de pintarla. Para ello, se debe lijar con el fin de eliminar el máximo posible de irregularidades e impurezas. Si la madera está deteriorada y presenta agujeros o grietas, conviene rellenarlos mediante el uso de pasta de madera, una sustancia compuesta por polvos o harina de madera y resinas sintéticas. Cuando la pasta se seca, es necesario volver a lijar, para dar al mueble un acabado lo más liso posible.
Con la mesa ya preparada, libre de irregularidades, conviene dar una capa de tapaporos y una de imprimación con sellador universal, para asegurarse de que la madera no absorberá demasiado líquido y que la pintura se adherirá de forma correcta.
Formas de aplicar el trapeado
El trapeado requiere aplicar primero una capa de la pintura de forma normal, como si no fuera a emplearse ninguna técnica de pintura decorativa. La segunda capa, en cambio, adquiere características especiales gracias al uso de un trapo. Existen dos formas distintas de efectuar el trapeado; ambas se pueden aplicar tanto en paredes como en mesas y otros muebles. Son las siguientes:
Aplicar pintura. Con la pintura en un cubo o recipiente similar, el trapo se moja en ella y luego se pasa por la superficie que se quiere pintar. Es importante ejercer una presión constante en todos los puntos de esa zona, para evitar desigualdades notorias en la capa de pintura. Una forma especial de aplicar esta técnica consiste en utilizar el trapo retorcido a modo de tirabuzón o de rulo; de esta forma, se obtiene una distribución de la pintura más pareja.
La variante de quitar pintura con el trapo es más habitual que la de aplicarla con él
Quitar pintura. Esta técnica es más habitual que la anterior. Se basa en aplicar la segunda capa de pintura también a través de un procedimiento normal, con rodillo o brocha, y de inmediato pasar un trapo sobre ella, para esparcir con formas irregulares la pintura recién administrada y diseñar dibujos y formas con ella. Cuando se pintan paredes de esta forma, es recomendable que el trabajo sea efectuado por dos personas: una para aplicar la pintura y la otra para pasar el trapo. En el caso de una mesa o de otro mueble (salvo que sea de gran tamaño), una sola persona puede hacerlo sin inconvenientes.
En ambos casos, es fundamental que la primera capa de pintura esté bien seca antes de dar la segunda. Finalizado el trabajo de pintura decorativa, se aconseja aplicar una capa de barniz, que proteja el diseño pero que, por supuesto, no lo oculte, para que el resultado se pueda lucir.
Antes de decidir aplicar el trapeado sobre una mesa, se deben tener en cuenta algunas cuestiones:
Los colores: es aconsejable que los colores elegidos para la combinación de pinturas sean de tonalidades parecidas, es decir, evitar que uno de ellos sea muy claro y el otro de gran intensidad. Pueden ser incluso variaciones tonales sobre el mismo color.
El tipo de pintura: una ventaja del trapeado es que se puede efectuar con casi cualquier clase de pintura, desde acrílicas y látex hasta óleos y al agua.
La limpieza: antes de dar la pintura, es importante corroborar que tanto la superficie de la mesa como el trapo que se ha de utilizar estén limpios. Cualquier suciedad o impureza en ellos complicará la adhesión de la pintura o quedará pegado a la pared, con el riesgo de que afee el diseño final.
La combinación con el resto de la decoración: el trapeado confiere una decoración moderna, que recuerda a cuadros y otras obras de arte abstracto. Por eso, hay que tener en cuenta el sitio de la casa donde se ha de colocar la mesa. Si la decoración de la estancia se corresponde con un tipo clásico, puede que el trapeado no sea el método más apropiado para pintar la mesa. En ese caso, será más conveniente aplicar otro recurso, como podría ser dotarla de un aspecto antiguo.