Las bisagras son muy utilizadas en trabajos de bricolaje. A pesar de que, por su tamaño, pasan desapercibidas, su utilidad en carpintería es múltiple. Se emplean en mesas, muebles o tableros, principalmente, para permitir el giro de las partes móviles. Una bisagra es un herraje de dos piezas unidas o combinadas, con un eje común. Una de las partes está sujeta al eje, mientras que la otra se fija en la puerta o tapa.
Los modelos de bisagras son múltiples. Por ello, a la hora de elegir el más adecuado es preciso conocer los distintos tipos o, al menos, los más utilizados. Hay herrajes de fijación, que ensamblan las distintas partes de un mueble, y articulados, aquellos que permiten el movimiento. Dentro de estos últimos, destacan las bisagras, los goznes y los pernios.
Bisagras de piano. Se utilizan en mesas plegables, puertas abatibles, tapas de piano o puertas de muebles. Están atornilladas en varios puntos, lo que les confiere gran resistencia. De acuerdo al tamaño de la bisagra, el número de puntos en los que se atornilla aumenta y, en consecuencia, el agarre ofrece más estabilidad. Existen varias medidas para adaptarse a tableros de diferentes dimensiones.
Bisagras invisibles. Se llaman así porque quedan ocultas en un orificio especialmente tallado para su colocación en el interior del mueble. Desde el exterior, es difícil apreciar el elemento de giro. Son perfectas para muebles de cocina o baño, aunque también se utilizan en otro tipo de mobiliario.
Bisagras de clavija. Carecen de hoja y son utilizadas, en su mayoría, en muebles antiguos o rústicos. Por su diseño, sirven como elemento decorativo, ya que quedan completamente a la vista en el exterior de las puertas.
Goznes. Se utilizan en grandes superficies como puertas de entrada o pórticos. Estas bisagras constan de dos partes: una que contiene un pasador y otra que se encarga de cubrirlo.
Pernios de quicios. Son ideales para puertas de garaje o cobertizos, en general, grandes y pesadas. Su tamaño y robustez son superiores al resto, puesto que soportan pesos importantes. El tamaño se establece en función de las dimensiones de la puerta para evitar que la madera se deforme.
Además de los anteriores, existe un tipo de herraje deslizante, que se utiliza tanto en superficies ligeras como pesadas. En estos modelos, los herrajes disponen de una guía en la parte superior y un raíl ubicado en la parte inferior por el que se deslizan.
Son habituales en cajones, mesas o tableros, que se pueden mover en una dirección u otra
Estos diseños son habituales en cajones, mesas o tableros, sobre los que se colocan diferentes aparatos que se pueden mover en una dirección u otra. En el caso de las puertas u otros elementos pesados, no obstante, conviene suspenderlos también de un raíl para mejorar la fijación.