A la hora de elegir los azulejos para el cuarto de baño resulta recomendable tratar de combinar su colorido con el de las baldosas, e incluso con el de los muebles y sanitarios elegidos. En la actualidad, en lugar de optarse por el clásico blanco suelen emplearse tonalidades claras de colores azules, marrones, o amarrillos, e incluso tonalidades oscuras de marrón, para la parte inferior del cuarto de baño, y un color claro, incluso el blanco, para la parte superior. Igualmente puede optarse por combinar azulejos o gres para la parte inferior y pintura antihumedad para la superior.
Al elegir los colores resulta interesante decantarse por tonalidades oscuras para embaldosar el suelo del cuarto de baño. También se pueden emplear azulejos del mismo color que el suelo -para otorgar a la decoración sensación de continuidad-, en la parte inferior del cuarto de baño, y pintura en la superior. De esta forma la suciedad se notará menos en las zonas que más se ensucian.
Así, por ejemplo, si alicatamos con azulejos marrones podemos emplear tonalidades ocres para pintar la parte superior de las paredes, de modo que se otorgue un aspecto rústico al cuarto de baño. En este caso resulta recomendable colocar muebles de aspecto antiguo y que la encimera del lavabo sea de mármol. De la misma manera, se puede instalar una grifería de aspecto antiguo.
Es recomendable conjugar el colorido del alicatado con el del inodoro, el lavabo, el bidé, y la bañera, e incluso alicatar alguna parte de un color diferente para dar al baño un toque de modernidad, por ejemplo el frontal de la ducha o bañera, o combinar dos colores de azulejos colocados en franjas del mismo tamaño.
Otra opción pasa por tratar de combinar el color de los elementos decorativos, como las cortinas, si el cuarto de baño dispone de ventanas, o la mampara o la cortina de la ducha con algún elemento del cuarto de baño. En el caso del cuarto de baño que se puede apreciar en la fotografía se ha elegido una cortina de baño con tonalidades azules, que combinan con el azul presente en la pequeña cenefa que recorre todo el perímetro del aseo y que también bordea el espejo.