El primer apunte hay tener en cuenta sobre la alberca radica en que no es lo mismo que un estanque, a pesar de sus similitudes. Estéticamente no existen casi diferencias, pero su finalidad sí, mientras que los estanques tienen una función meramente ornamental, las albercas tienen como finalidad el cultivo de plantas acuáticas y la recogida de agua de lluvia.
Por lo tanto, su fin va a determinar el lugar idóneo que debe ocupar dentro de cada jardín. La ubicación, a su vez se decidirá en función de las plantas que se quieran cultivar, puesto que en función de las especies será conveniente situarla en zona soleada, sombrías o más o menos protegidas del viento. O si se utiliza para recoger agua de lluvia, será recomendable situarla en una zona abierta, que favorece la acumulación de agua.
Además de estas cuestiones sería aconsejable tener presente:
-Si se coloca cerca de un sendero es conveniente poner un bordillo alto en el lado correspondiente para evitar que si alguien se desvía del camino caiga en la alberca.
-Cultivar en sus proximidades plantas de hoja caduca, dado que crearán un bonito conjunto.
Asimismo, cada uno debe valorar si la alberca es un elemento adecuado para su jardín y si dispone de un lugar adecuado para ubicarlo.