El interior de cualquier vivienda esconde varias canalizaciones. El suministro eléctrico, el de calefacción o la instalación de fontanería comparten ubicación en el suelo, las paredes o sobre el techo falso. Por ello, es importante conocer los requisitos que deben cumplir cada una de estas instalaciones y saber que, en determinados casos, pueden compartir un mismo hueco.
Canalizaciones eléctricas y no eléctricas
El contacto entre canalizaciones eléctricas y no eléctricas es el que implica un mayor riesgo. De ahí que la normativa vigente establezca que las superficies exteriores de ambas deben mantenerse a una distancia mínima de tres centímetros. Cuando la instalación eléctrica se localiza cerca de conductos de calefacción, aire caliente, vapor o humo, puede alcanzar temperaturas peligrosas, por lo que hay que asegurar «una distancia conveniente» o instalar pantallas calorífugas.
Las superficies exteriores de los tubos deben mantenerse a una distancia mínima de tres centímetros
Por otro lado, el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) prohíbe que las canalizaciones eléctricas se sitúen por debajo de otras que puedan dar lugar a condensaciones. Sólo es posible esta ubicación cuando se tomen las medidas necesarias de protección. La exigencia afecta a las conducciones de vapor, agua o gas.
Respecto a la posibilidad de que ambas canalizaciones (eléctricas y no eléctricas) compartan canal o hueco en la construcción, sólo es posible cuando esté asegurada la protección contra contactos indirectos, elevación de la temperatura, condensación, inundación por avería en una conducción de líquidos, corrosión y explosión. Asimismo, debe ser posible intervenir en una de las canalizaciones, «por mantenimiento o avería», sin dañar al resto.
Es importante que las canalizaciones estén dispuestas de tal forma que el acceso a las mismas sea fácil. De esta manera, en caso de avería, la obra será mínima y se acelerará el proceso de reparación. Cuando la vivienda está en obras, por ejemplo, es conveniente realizar una fotografía de las instalaciones para conocer la ubicación exacta de cada conducción una vez que se tapen las rozas y se instalen el suelo o el techo falso.
Cuando la vivienda está en obras, es conveniente realizar una fotografía para conocer la ubicación exacta de cada conducción
No obstante, las canalizaciones eléctricas deben ubicarse de forma que, “mediante la conveniente identificación de sus circuitos y elementos, se pueda proceder en todo momento a reparaciones o transformaciones”. Asimismo, el conductor neutro ha de estar claramente diferenciado del resto de conductores.
Si se cumplen estos requisitos, las canalizaciones quedarán suficientemente diferenciadas unas de otras. En caso contrario, cuando la identificación sea difícil, será necesario contar con un plano de la instalación que permita la identificación “en todo momento” mediante “etiquetas o señales de aviso indelebles y legibles”, marca el REBT.