Lo ideal es que lo niños dispongan cada uno de su habitación, de estancias separadas para que cada uno de ellos pueda disponer de su propio espacio y lugar donde guardar sus pertenencias y estudiar, además de tener mayor intimidad y una decoración acorde a sus gustos.
No obstante, si no se dispone de espacio y no queda más remedio que hacer que los niños compartan habitación, no es recomendable económicamente comprar un dormitorio a medida, sobre todo si son muy pequeños, ya que con el paso del tiempo querrán cambiar la decoración. Comprando dormitorios estándar se ahorrará bastante dinero.
Además los dormitorios a medida pueden ser un verdadero engorro si en un futuro hay que cambiar de casa, ya que es probable que no se adapten a la nueva vivienda, o cuando se quiera cambiar el suelo, ya que desmontarlos suele ser un trabajo bastante complicado.