Aunque en la mayoría de las ocasiones el emplazamiento elegido para las plantas de interior suele ser el balcón o terraza, o bien lugares cercanos a las ventanas, también pueden ubicarse en otra serie de estancias como el cuarto de baño o la cocina, porque precisamente la humedad y las temperaturas relativamente altas de estas habitaciones es lo que muchas plantas necesitan.
Las cocinas se caracterizan por tener buena luz, temperatura y humedad altas. Aunque también pueden repercutir negativamente en el desarrollo de los ejemplares los humos, los grandes cambios de temperatura o las corrientes de aire.
Por ejemplo, uno de los lugares más adecuados para la conservación de los cactus es la cocina, porque el vapor de los pucheros los embellece. Podrá colocar ejemplares de plantas muy resistentes y de algunas que pueda emplear como condimento para los guisos. Es muy práctico tener unas cuantas macetas con hierbas condimentarias para los platos: albahaca, perejil, hierbabuena, melisa, etc. Asimismo deberán ser muy tolerantes con los cambios frecuentes de temperatura y la saturación de vapores y gases procedentes de la cocción.
En cocinas luminosas se pueden cultivar el croton, achimenes, cóleo, acalifa, ficus rastrero, alegría de la casa, singonio, episcia, flor de cera… Pero si la iluminación es escasa se adaptan mejor otras especies como la ceropegia, tradescantia, vriesia, espatifilo, pilea,filodendro, poto, cinta, cactus, aralia y esparraguera, entre otros. También podrá colocar ejemplares de aloe, echeveria, cintas, filodendros, peperomias, saxifragas, aralias o la planta del dinero.