Multiplicar papaya de origen tropical resulta muy sencillo a partir de un hueso, aunque el proceso que se ha de realizar es completamente diferente si utilizamos semillas o bulbos.
Lo que hay que conseguir es que sólo la base del hueso esté en contacto con el agua, para lograr que le nazca la raíz. Para conseguir que solamente la base del hueso entre en contacto con el agua situada en el fondo de un vaso se pueden clavar unos palillos a su alrededor, para evitar que se mueva.
Coloque el vaso en un lugar caliente e iluminado durante tres meses para favorecer la aparición de las raíces. Cuando hayan nacido la raíz y el tallo, traslade el recipiente a un lugar con mayor iluminación. Plante el ejemplar en una maceta de unos 15 centímetros de diámetro, con una mezcla de cultivo para macetas, de forma que el hueso quede enterrado hasta la mitad.
Deberá trasplantar su ejemplar tropical cuando tenga un metro de altura y abonarlo mensualmente con un fertilizante de acción lenta, rico en nitrógeno, diluido en el agua de riego.
Podrá emplear esta técnica para obtener ejemplares de aguacate, maracuyá, nísperos o mango.