El aluminio es un producto muy utilizado para la fabricación de las barandillas debido a su ligereza, lo que facilita su colocación de lugares de difícil acceso. Una de las principales ventajas de este material es que se degrada muy poco, lo que permite colocarlo a la intemperie, manteniendo su calidad y sin dilatarse por los cambios de temperatura.
Estos barandados pueden ser colocados sobre forjados o muros, sobre superficies rectas o curvas. Asimismo, no requieren de una superficie demasiado sólida para asentarse, por lo que es muy común verlos en balcones con la parte inferior acristalada, o bien sujetos a barrotes fabricados también con aluminio, como es el caso de la barandilla de la escalera que aparece en la fotografía.
Además es posible lacarlos en cualquier color, por lo que siempre podremos elegir uno tono que se adapte a la decoración del entorno o a nuestros gustos.