Aunque es una herramienta más específica para todo tipo de superficies de madera, el soplete con quemador aparece como un instrumento muy útil y eficaz para eliminar la pintura de una manera rápida y sencilla.
El procedimiento a seguir se reproduce a continuación:
En primer lugar se pasará la llama sobre la pintura para que se reblandezca. Al mismo tiempo se irá rascando poco a poco con una espátula para que vaya saliendo la pintura. Habrá que tomar ciertas medidas de seguridad al manipular la llama del soplete para no quemarse. Además, ésta se aplicará sobre el mismo punto, y sin quemar la madera. La tarea proseguirá hasta que se reblandezca y se retire toda la pintura de la madera.
Para terminar, se cepillará la superficie sobre la que se ha trabajado. Lo más recomendable es ayudarse con un cepillo metálico para eliminar las huellas de pintura que se han quedado en las fibras de la madera y en los relieves. Toda esta operación también se puede realizar con un aparato que produzca aire caliente.