La elección del material con el que esté fabricada la chimenea es sumamente importante, no sólo porque han de tenerse en cuenta cuestiones estéticas como la decoración, sino porque su interior ha de ser refractario para que resista el calor del fuego.
Si la casa es antigua, existen dos opciones a la hora de elegir el revestimiento exterior de la nueva chimenea: se puede elegir una chimenea con un acabado exterior en piedra o crear un contraste instalando una chimenea con un acabado metálico.
Cuando se instale la nueva chimenea hay que tener en cuenta que no se puede hacer, durante los primeros días de uso, fuegos prolongados o de llama alta, debido a que pueden aparecer grietas en el interior de la misma debido al contraste de temperaturas.
Después de cada encendido, una vez se hayan apagado las brasas, se deberá barrer la ceniza y evitar emplear productos químicos a la hora de limpiarla para no dañar las propiedades refractarias del interior de la chimenea.