El verbasco es una planta herbácea, de carácter semiarbustivo. Entre sus cerca de 300 especies existen multitud de variedades, tanto anuales como perennes, y casi todas pueden llegar a alcanzar los 2 metros de altura.
Este ejemplar dispone de un tallo único y en su base aparecen hojas mucho más grandes de las que se pueden encontrar en la parte superior de la planta, y todas ellas con forma lanceolada u ovalada. Las flores aparecen en espigas y constan de cinco pétalos que pueden ser de color amarillo, rosa o azulado.
El verbasco es una planta oriunda del continente europeo, el norte de África y el continente asiático y pertenece a la familia de las Escrofulariáceas. Requiere de un suelo que posea un buen drenaje. Deberá ser abonado una vez al mes con complejos minerales, que ayudarán a su mejor desarrollo. Cuando acaba su periodo de floración, a finales del mes de septiembre, conviene podar el tallo para que la planta se regenere cuanto antes.
Respecto a sus necesidades de humedad, hay que controlar con mucho cuidado la cantidad de agua con la que se riega esta planta, una frecuencia de dos a tres riegos por semana es la más idónea, aplicando aproximadamente el medio litro de agua entre las tres tandas. Tenga en cuenta que es un ejemplar que no tolera especialmente bien los encharcamientos.
Tanto encontrarse a pleno sol como a media sombra es beneficioso para que el verbasco pueda desarrollarse sin problemas.