La principal función de las cortinas es regular la entrada de luz y calor en una vivienda, una oficina o cualquier estancia en la que se instalen. Sin embargo, según el tipo de habitación, se debe adquirir un tipo de cortina. Por ejemplo, en el salón conviene instalar cortinas cuyo tejido minimice el efecto de la luz solar sobre el color de los muebles. En el dormitorio, lo importante es conseguir oscuridad para que nada perturbe el sueño. En la cocina y en el baño, hay que asegurarse de que las cortinas resisten la humedad y son fáciles de limpiar.
En general, la eficacia de las cortinas depende del tipo de tejido, su espesor y color: los tonos claros dejan pasar más luz que los oscuros, que además suelen aumentar la temperatura interior. Otras funciones que deben cumplir son las de asegurar privacidad, permitir la ventilación de la estancia y servir de elemento decorativo.
Las cortinas del baño y la cocina deben resistir la humedad y ser fáciles de limpiar
En este último caso, el valor de las cortinas es muy interesante gracias a su combinación con el resto de muebles y las telas que se emplean en el tapizado de sillas, cojines o alfombras. Los diseños actuales se comercializan en multitud de texturas y tonalidades, incluidos los tonos metálicos y dorados. Además, el empleo de nuevos materiales, como el bambú, contribuye a modernizar el aspecto de las cortinas y la decoración en general.
Tipos de cortinas
Antes de elegir las cortinas, hay que analizar el uso de la estancia en la que se van a colocar. También hay que decidir si se opta por cortinas ligeras, para estancias con menos luz, o una combinación de cortinas vaporosas y tupidas. Las más habituales son las cortinas con pliegues. Generalmente, para su elaboración se emplea tela de algodón, ya que ofrece una mejor caída. Estas cortinas son clásicas de las estancias grandes y suelen tener un diseño estampado.
La tela de algodón ofrece una mejor caída en cortinas con pliegues
Otra opción son las cortinas enrollables, en las que es muy importante que el soporte aguante el peso del tejido, sobre todo, si la ventana es de dimensiones considerables. La ventaja es que se pueden confeccionar cortinas a medida y colocar en cualquier ventana como una pieza única. También resultan muy prácticas para instalar en ventanas de buhardillas (en el techo), ya que se ajustan a la medida de la ventana y minimizan la entrada de luz por los laterales.
En cuanto a las estancias pequeñas, es preferible utilizar estores plegables, que se recogen hacia arriba, o paneles japoneses, que llegan hasta el suelo y se pliegan hacia los lados. Estos paneles son también muy útiles para ventanas grandes, puesto que se pueden combinar con varias piezas de tela según la medida que sea necesario cubrir.
La última revolución en el mundo de las cortinas es la introducción de los automatismos. Gracias a estos sistemas se puede controlar el movimiento de las cortinas con un mando a distancia o programar diferentes posiciones de apertura según la hora o la cantidad de sol. Los cordones para la apertura manual se sustituyen por un dispositivo automático o motor que acciona las cortinas. Este sistema se puede incorporar a cortinas enrollables, plisadas, plegables o estores. Además, permite una programación individual, de grupo o por zonas para que las cortinas se plieguen simultáneamente o por separado.
Se puede controlar el movimiento de las cortinas con un mando a distancia o programar diferentes posiciones de apertura según la hora o la cantidad de sol
Otros modelos, ideados por Velux Spain, cuentan con mecanismos instalados en la propia cortina que funcionan con energía solar y se accionan mediante un mando a distancia. En concreto, el sistema se apoya en una pila situada en el interior de la barra de maniobra, que se carga con la energía del sol que capta a través de un panel y almacena para varios movimientos. De esta manera, se consigue la ausencia de cables y se ahorra energía eléctrica. No obstante, no es recomendable instalar varias cortinas solares en una misma habitación, ya que podrían reaccionar a la vez a las órdenes del mando a distancia, aunque éste se diriga a una única cortina.