En la actualidad es muy frecuente adquirir elementos decorativos de diferentes culturas para decorar las viviendas.
No obstante, no resulta recomendable saturar las baldas de los muebles o las paredes de la casa con este tipo de decoración, debido a que se dificulta su limpieza y se obtiene un resultado demasiado abigarrado, poco cohesionado y excesivamente colorista en algunos casos, lo que puede no acabar conjugando bien con los muebles de la estancia.
En este caso sobre una pared normal, merced a su color blanco y al gotelé que la decora, se ha colocado una figura de madera maya de color marrón, que contrasta con el fondeo de la pared. Bajo ella, en una esquina, hay un colorido jarrón que desentona con la decoración clásica de la estancia pero continúa otorgándole un ambiente exótico a la misma.