Empapelar una estancia requiere destreza. Aunque la dificultad de esta tarea no es elevada, hay que seguir unas pautas para que el resultado sea el esperado. Especialmente, cuando el papel presenta dibujos se debe cuidar que estos casen. Hay que prestar mayor atención a la colocación de las tiras y calcular la pérdida de material por el case. Pero además, con cualquier papel, se pueden presentar otros inconvenientes:
Juntas que se despegan. Éstas se pueden detectar durante la tarea de empapelado o una vez terminada la misma. En el primer caso, basta con levantar el papel, aplicar pegamento en el borde y presionar. Cuando las juntas se levantan al final del trabajo, es aconsejable recurrir a una brocha fina para extender el pegamento y manipular el papel con extremo cuidado. Una vez que el pegamento está seco, el papel que queda se puede rasgar fácilmente.
La cantidad de pegamento que se debe aplicar ha de ser la justa para que el papel se adhiera a la superficie sin que desborde por las juntas. Si ocurre esto, es muy probable que el dibujo se manche. Asimismo, la presión que se debe ejercer para fijarlo a la pared tampoco ha de ser excesiva. Es recomendable emplear un trapo o un rodillo para garantizar un buen agarre.
Salvar los interruptores. En general, en todas las estancias se localizan enchufes, interruptores u otros elementos que es necesario sortear. Para empapelar estos espacios, en primer lugar, resulta conveniente desconectar la corriente eléctrica. A continuación, se retiran los embellecedores y se colocan las tiras de papel en la pared.
Una vez que el papel está pegado, con la ayuda de un cúter se recorta un espacio ligeramente inferior al que ocupa el embellecedor. De esta manera, se deja a la vista buena parte del interruptor y, al colocar de nuevo el marco, se oculta el recorte realizado.
Empapelar el techo. A pesar de no ser frecuente, se trata de una técnica muy apreciada y original. Suele ser necesario recurrir a una segunda persona para sujetar las tiras desde el suelo con una herramienta especial, aunque puede realizarse en solitario. Un truco para que las tiras queden rectas consiste en trazar una línea en el techo que marque la anchura de una tira desde el punto en el que la pared se encuentra con el techo.
Detrás del radiador. Cuando el radiador no se puede soltar, sino que es necesario colocar el papel con él instalado, hay que realizar varios cortes en la parte inferior de la tira. Los cortes han de ser regulares para que limiten partes de iguales dimensiones. Posteriormente, cada una de esas partes se introduce detrás del radiador a la vez que se presiona con un rodillo o espátula.
Para empapelar cualquier pared, hay que seguir un proceso que incluye varios pasos. En primer lugar, se cortan las tiras necesarias, se doblan y se encolan sobre algún soporte. A continuación, las tiras se desdoblan y se fijan a la pared por la zona encolada. El punto en el que hay que colocar la primera tira se marca con una plomada. Rara vez se empieza a empapelar por las esquinas, lo habitual es comenzar hacia la mitad de la pared para que las tiras queden completas y reservar los cortes para las esquinas. Las siguientes tiras se sitúan a partir de la primera.
Es conveniente colocar la primera tira en el centro de la pared
En cuanto al papel sobrante en la parte inferior, sobre el rodapié, se recorta con una espátula plana. Para conseguir un corte seco, de una pieza, es conveniente marcar una línea, presionar el papel por ésta y retirarlo con firmeza. Del mismo modo, las burbujas en el papel pegado se eliminan tras humedecer la zona e introducir una pequeña cantidad de cola en cada burbuja con una jeringuilla de aguja fina. A continuación, se pasa un rodillo para distribuir la cola y fijar el papel por toda la superficie.