Son muchos los factores que pueden influir en el crecimiento de las plantas. Ya de por sí es muy complicado que en dos jardines distintos se den idénticas condiciones, por lo que siempre habrá una mínima diferencia que influirá en el tamaño de las plantas. Pero hay dos posibles causas que se pueden considerar más comunes.
La tierra sobre la que están cultivadas unas plantas puede ser muy distinta a la tierra donde están otras, aunque a simple vista parezcan terrenos idénticos o muy parecidos. La tierra es algo importantísimo en el cultivo de las plantas y no sirve cualquiera. Se venden tierras especiales para cada una de las plantas, pero hay que gastarse un dinero. Si se quiere ahorrar y tan solo se quiere abonar la tierra de la que se dispone, hay que saber que la consistencia de un suelo normal no aguanta más de dos años de plantación frente a los seis de las tierras preparadas, y dependiendo del tiempo que se lleve plantando y de la calidad de la tierra puede ser esa la circunstancia que hace que unas plantas, con la misma alimentación y las mismas condiciones climáticas, tengan distintos tamaños.
Otra posibilidad para deducir por qué unas plantas pueden ser más grandes que otras es el tipo de planta. Parece algo evidente, pero hay que tener en cuenta que a veces el principiante en la jardinería puede creer que dos plantas son del mismo tipo, cuando en realidad no lo son.