Los buenos aficionados a la fotografía, antes de la aparición de las cámaras digitales, tenían dos opciones, acercarse a una tienda de fotos o revelarse ellos mismos los carretes de fotos en blanco y negro. Ahora la fotografía digital está abaratando costes y permite retocar fácilmente las pequeñas imperfecciones del original, pero esto no podrá compararse con la sensación de entrar en el cuarto oscuro y revelar primero la película y luego positivarla al tamaño que se quiera con la ayuda de la ampliadora para, finalmente, hacer visibles los resultados de la luz reflejada sobre el papel fotográfico con la ayuda del revelador y del fijador.
Para realizar esta «fotografía verde» necesitaremos:
–hojas de haz amplio (planas, frescas y recién recogidas que colocaremos un par de horas entre las páginas de un libro grueso)
–vidrio (una placa limpia de tipo semidoble)
–la colaboración del sol
–una diapositiva
Lo primero que debemos hacer es quitar a la diapositiva la marca que la protege. Lo ideal sería colocar y el trozo de espejo sobre la hoja así unida al árbol pero esto sería una operación bastante compleja, ya que el propio peso del material que debería estar en suspensión acabaría separando la hoja de la rama.
Sin embargo, una hoja separada de la rama sin linfa vital, y sometida a los rayos del sol pierde gran parte de su color muy pronto por lo que nuestra creación perderá toda su belleza rápidamente.
Debemos utilizar una hoja muy verde, en cuyo haz se pueda colocar la dispositiva sin problemas y colocaremos ambas sobre una tablilla de madera. Para evitar que este conjunto se mueva y asegurar la anchura de las superficies pondremos el cristal sobre él y a pleno sol.
Las masas oscuras de la diapositiva impedirán que pase la luz del sol, mientras que las zonas claras o semiclaras la dejarán pasar. Si hace buen tiempo los resultados no tardarán en manifestarse y cuando veamos que la foto ha quedado suficientemente impresa sobre le hoja podremos retirar nuestro equipo.
Usando esta técnica puede sorprender a familiares y amigos colocando su foto sobre una hoja verde en el lugar en el que le corresponde sentarse o utilizarlas para decorar algún espejo de baño por ejemplo.