Imagen: Bell and Jeff
Entre otras ventajas, las puertas correderas permiten aprovechar mejor el espacio. Al deslizarse por la pared, este sistema deja libre toda la superficie de una estancia, lo que resulta muy útil en habitaciones pequeñas. Sin embargo, instalar una puerta corredera exige tener espacio suficiente para colocar el armazón en el que se guarda la puerta. Cuando se trata de un sistema empotrado, alojado en el interior de un tabique u oculto por una pared falsa, hay que tener en cuenta las medidas de la pared y llevar a cabo los trabajos de albañilería correspondientes.
Una solución para evitar ambas tareas es instalar una puerta corredera con guía exterior o puerta corredera vista. Como su nombre indica, se trata de puertas cuya guía se coloca sobre la pared, enganchada al tabique. De esta forma, el mecanismo puede verse por completo o, según el modelo, quedar oculto por la puerta a medida que ésta se desliza por él. Este sistema admite, incluso, la instalación de puertas curvas.
Materiales
Las puertas correderas a la vista están fabricadas en madera, aluminio o cristal templado, las más novedosas. En cuanto a las guías, suelen estar fabricadas en acero inoxidable para resistir el peso de la puerta. Precisamente, éste es el principal factor que hay que tener en cuenta cuando se opta por una guía exterior, ya que ésta es el único elemento que sujeta la puerta a la pared, por lo que ha de calcularse el peso máximo que es capaz de aguantar.
En ocasiones, se puede aprovechar una puerta convencional y convertirla en corredera
En ocasiones, incluso se puede aprovechar una puerta convencional y convertirla en corredera mediante la instalación de una guía en la parte superior. Dentro de la función de estas puertas destaca su aspecto práctico a la hora de separar ambientes. En cuanto a las guías exteriores, merece la pena subrayar su sencillez a la hora de instalarlas y el hecho de que, en caso de avería, evitan obras.
Asimismo, cumplen una función estética muy importante. Las puertas de cristal templado se pueden instalar en diversos colores, lo que confiere un toque de distinción a cada ambiente. Se puede combinar la puerta con el color del mobiliario, las cortinas u otros complementos. El cristal puede ser transparente o translúcido, mientras que, según el espacio disponible, se puede colocar una puerta simple o una puerta doble.
Las puertas correderas a la vista evitan las obras, pero exigen mantener sin obstáculos (muebles, lámparas, etc.) el espacio que ocupan una vez abiertas. Los mecanismos exteriores precisan este requisito para garantizar el funcionamiento correcto del sistema y la apertura de la puerta.
Este sistema admite, incluso, la instalación de puertas curvas
No obstante, estas puertas cumplen las mismas funciones que los mecanismos ocultos al separar ambientes y resolver problemas de espacio, principalmente. Además, son muy decorativas, carecen de premarcos y admiten sistemas de apertura variados como pomos o tiradores.