A la hora de adquirir brochas, pinceles, espátulas o llanas con las que conseguir aplicar texturas, pinturas, barnices o tintes se debe procurar elegir aquellos cuyos elementos metálicos estén fabricados en acero inoxidable, fundamentalmente porque serán resistentes frente a factores como la oxidación y, al no oxidarse, no soltarán herrumbre sobre el producto recubriente que se esté aplicando con estas herramientas.
Si se incorpora el óxido al barniz, la pintura o el tinte puede ser un problema, porque se altera su colorido, y el resultado final no acaba siendo el esperado. Asimismo, para evitar alteraciones en el producto, es recomendable protegerlos de factores atmosféricos externos, como el frío, mientras estén almacenados. También es importante mantener resguardados de agentes atmosféricos adversos los elementos con los que se aplican las pinturas.
La temperatura también es un factor clave a la hora de conservar los revestimientos decorativos, cuyo resultado puede sufrir alteraciones si se aplican a temperaturas inferiores a 8 grados y superiores a 30.