Si le parece aburrido emplear una única tonalidad a la hora de pintar las paredes de su casa, sepa que existe toda una serie de técnicas que permiten dotar a estas superficies de un acabado rústico, por ejemplo empelando pinturas con textura, como las arenosas, o darles un aspecto más moderno o futurista mediante la difuminación de colores o empleando diversas técnicas como el esponjado, trapeado…
Otra opción consiste en combinar de manera original dos colores planos que contrasten entre sí. En esta ocasión se ha optado por trazar una diagonal en una pared y pintar la parte de arriba de un azul pálido y la de debajo de un amarillo chillón, no muy habitual en las decoraciones.
La ventaja que tiene esta forma de combinar colores tan poco frecuente estriba en que también se consigue llamar la atención y no requiere emplear tanto esfuerzo ni tiempo como las diferentes modalidades de pintura decorativa anteriormente mencionadas. Con pintar un trozo de la pared de cada color, con la ayuda de un rodillo, habremos obtenido el resultado deseado.