Las columnas de hidromasaje son cada vez más habituales en las casas. Su función es proporcionar un baño más relajado gracias a un sistema de chorros múltiples que, lejos de lo que pueda parecer, a menudo requiere una instalación sencilla. La mayoría de los modelos que se comercializan están preparados para aprovechar la alimentación de agua de la vivienda, sin necesidad de obras. De esta manera, basta con desmontar los grifos antiguos y conectar la columna a la alimentación de agua fría y caliente.
Antes de comenzar la instalación, eso sí, hay que asegurarse de que se ha cerrado completamente la llave de paso del agua y las tuberías están vacías. Para comprobarlo, se pueden abrir los grifos hasta vaciar la red. También es importante conocer el caudal y la presión, ya que ambos parámetros deben ajustarse a las necesidades de la columna.
Si la presión no llega a 1 bar, se puede instalar un grupo de presión, mientras que si sobrepasa los 5 bar hay que poner un reductor de presión
La Asociación de Empresarios de Fontanería y Saneamiento de Madrid (Asefosam) recomienda que la instalación de la columna se realice siempre conforme al caudal que determina el fabricante, puesto que no existe ningún reglamento que regule este aspecto. Si el caudal no es el adecuado -debe estar entre 8 y 15 litros por minuto-, se pueden producir daños en la bomba y en el sistema de hidromasaje. Es lo que ocurre cuando el caudal de la vivienda es inferior al que requiere la ducha. En este caso, es muy probable que se tenga que aumentar la sección de las tuberías, es decir, el diámetro y cambiar la instalación.
Un sencillo truco para conocer el caudal de una vivienda es abrir uno de los grifos hasta el máximo posible, llenar un recipiente durante un minuto y comprobar los litros que se han recogido. Conviene realizar esta prueba con otro grifo abierto a la vez (lo que hace perder fuerza a la toma de la ducha) para asegurarse de que el caudal es suficiente.
En cuanto a la presión, regulada por normativa, debe estar entre 1 y 5 bares. Lo habitual es que todas las viviendas tengan una presión suficiente, aunque para asegurarse de cuál es la presión exacta se puede emplear un manómetro. Si la presión no llega a 1 bar, es posible instalar un grupo de presión, mientras que si sobrepasa los 5 bar hay que poner una válvula reductora en el conducto de agua fría.
¿En ducha o en bañera?
Las columnas de hidromasaje se pueden instalar tanto en una ducha como en una bañera. No obstante, si se instalan en una bañera deben contar con un caño inferior, mientras que si se instalan en una ducha no llevan caño inferior, pero sí un mayor número de chorros de agua.
Por otro lado, para la instalación de la columna, primero hay que marcar en la pared los puntos de anclaje, taladrar e introducir los tacos sobre los que irán los soportes. Posteriormente, se emplean los latiguillos para conectar las tomas de agua con los grifos y se fija definitivamente la columna a la pared.
Las columnas de hidromasaje están preparadas para instalarse tanto en una pared plana -cuando el plato de ducha es cuadrado o rectangular- como en un rincón -cuando el plato de ducha es semicircular-, aunque en el segundo caso hay que seguir las instrucciones del fabricante, que establece la distancia mínima de separación entre las tomas y el rincón.
Para realizar la limpieza general de la columna y de la propia ducha es recomendable utilizar jabones neutros. Otro tipo de productos pueden ser abrasivos y dañar la instalación. Al menos una vez por semana, hay que eliminar las impurezas que se acumulan y tratar la superficie con un trapo suave empadado en detergente líquido. Para asear la mampara es conveniente no emplear productos que contengan alcohol o detergentes y también hay que cuidar que los jets (chorros) no se obstruyan con restos de jabón.