Según la dureza de la pared, la forma de colocación de los tacos que sujetarán cuadros y/o baldas será diferente. Si la pared es dura, el agujero que se debe realizar en la pared debe de ser del mismo diámetro del taco, pero su profundidad debe de ser mayor. Lo que siempre hay que tener en cuenta es que el taco debe entrar completamente recto en la pared.
Sin embargo, si la pared no es resistente la técnica que habrá que emplear es diferente: el taco debe de ser lo más largo posible, para que la superficie de agarre sea mayor. En este caso el orificio debe ser de un diámetro inferior al del taco que se quiera insertar en la pared, para que al adentrarse en la pared ejerza una mayor presión. Para estas superficies lo más idóneo es emplear un taco que se expanda mientras introducimos en él el tornillo, de esta forma se incrustará más en la pared.