En las zonas climáticas en las que el invierno resulta muy duro, con continuos y bruscos cambios de temperaturas y heladas intensas y persistentes, como por ejemplo en la zona norte de la Península Ibérica, incluso los ejemplares más resistentes del jardín pueden llegar a resentirse.
Si desea ahorrar trabajo y dinero, una buena opción para disponer de un verde jardín consiste en sembrar ejemplares tapizantes, que también pueden emplearse de relleno en las jardineras de invierno.
Existe una gran variedad de estos ejemplares, pero uno de los más sencillos de cultivar es la consuelda, que crece deprisa y su follaje es muy tupido y atractivo. Si puede aportarle abundante humedad podrá emplazarla en un lugar soleado, de lo contrario opte por uno en semisombra. Con ella conseguirá tener flores durante todo el año.
Se trata de un ejemplar muy tolerante con la cantidad de luz que recibe, por lo que es perfecta para espacios con luz cambiante. Sin embargo no tolera un suelo seco y precisa ser abonada periódicamente en primavera, de lo contrario se marchitará y puede llegar a morir.