La lila es un arbusto de hoja caduca y ramificación extendida que puede llegar a alcanzar hasta 4 metros de altura, según la especie. Esta planta, originaria de Turquía y Persia, pertenece a la especie de las oleáceas y se caracteriza por multitud de variedades, fruto de cruces e hibridaciones. Las hojas son opuestas, de un color verde vivo y se dividen en lanceoladas, ovaladas o acorazonadas. Sus flores son de color lila, aunque también las hay blancas o violetas, y destacan por el perfume que desprenden y su forma tubular.
Cuidados y mantenimiento
La lila es un arbusto que precisa pocos cuidados. Solo hay que vigilar su crecimiento, de modo que no sea invasivo. Para evitar que se ensanche en exceso, hay que mantener la planta recta con unas guías.
Este arbusto necesita poca humedad en el terreno. En los meses más fríos soporta bien la sequía, por lo que es suficiente con regarla dos o tres veces por semana, sin dejar que se seque la tierra. Además, aguanta bien las bajas temperaturas, aunque su ubicación idónea se corresponde con un emplazamiento al sol.
Las lilas crecen sin problemas en suelos arenosos o arcillosos
Las lilas crecen sin problemas en suelos arenosos o arcillosos, aunque la acidez es perjudicial para su desarrollo, por lo que el terreno debe ser neutro o calcáreo. Para un rápido crecimiento, se deben fertilizar con abonos ricos en nitrógeno. Después, no se debe abonar de nuevo hasta que haya finalizado el periodo de floración.
Estos arbustos pueden sufrir ataques de pulgones, arañas rojas y minadores de hojas. Los tratamientos preventivos se deben realizar en primavera con insecticidas y acaricidas específicos.
Para proporcionar la forma deseada a la planta, bien como arbusto o como arbolito, debe podarse después de la floración. En invierno, la poda puede ser intensa en los ejemplares muy maduros, aunque sin llegar a la tala.
Se reproduce por medio de las plántulas con raíces que nacen alrededor de los troncos. También se puede multiplicar por injerto de yema, pero no por esqueje leñoso, un sistema muy utilizado para otros arbustos.
Esta planta arbustiva tiene múltiples variedades, fruto de cruces e hibridaciones, que propician flores de matices diferentes a los de la planta madre. En ocasiones, son cambios tan radicales en la forma y tamaño de las hojas y flores, que parecen no tener relación directa entre ambas.
Para que las lilas florezcan en primavera, se deben plantar en otoño o invierno. Las flores son de color lila, aunque también las hay blancas, rosas o violetas. Otra característica es el fuerte perfume que desprenden y su forma tubular.
Tras la floración se deben eliminar las flores que estén secas o que parezcan marchitas para que no obstaculicen el desarrollo normal de la planta. También hay que retirar las ramas muertas y las más viejas.