La presencia de fotos en el salón es habitual en casi todos los hogares. Pero con frecuencia se disponen de manera aleatoria, sin tener en cuenta la decoración general de la estancia, y el resultado de ese pequeño desorden representa una distorsión en el conjunto. En este artículo se detallan algunas claves para decidir su ubicación: dónde colocar las fotos en el salón, cómo agruparlas y otras posibilidades para los marcos.
Dónde colocar las fotos
En muchos salones, sobre todo en los de tamaño reducido, no hay demasiados espacios libres (como una mesa o la parte superior de un mueble de almacenaje) donde apoyar los marcos con fotos. Por este motivo, muchas veces se opta por ponerlos en cualquier parte, aprovechando los escasos lugares libres que se consiguen: a los costados del televisor, en el borde de los estantes, delante de los libros, etc. De esta manera se corren riesgos, como sobrecargar los rincones, volver incómodo el uso de la biblioteca o que las fotos se caigan al menor descuido.
Los estantes en la pared añaden nuevas superficies donde apoyar las fotos
Una alternativa, si se desea que las fotos estén apoyadas, es añadir superficies nuevas para así colocar los marcos sobre ellas. Esto se puede conseguir por medio de estantes empotrados en la pared. Debe tratarse de una zona que se encuentre despejada, ya que de otra manera también se puede recargar mucho el área. Otra solución es colgar las fotos de la pared.
Grupos de fotos en la decoración
Si se agrupan varias fotografías, se debe tener en cuenta la interacción que ejercen unas sobre otras. Un primer dato: si dos o más marcos que están juntos son muy parecidos en cuanto a forma o tamaño, el resultado es un efecto de monotonía, sobre todo si están a la misma altura. El conjunto resultará más atractivo si se organizan las fotos en tamaños diferentes, o con marcos de distintos colores y materiales.
Otra alternativa son los marcos que incluyen espacios ya delimitados para colocar varias fotos de distintos tamaños
Los grupos de fotos que se cuelgan en la pared otorgan una multitud de posibles combinaciones. Se pueden colgar de tal manera que formen dibujos o esquemas diversos: de cuadrícula, de nube, alineadas… Para determinar la forma que se le dará al conjunto, es aconsejable colocar todos los marcos sobre una mesa o sobre el suelo (en un área de medidas similares a las disponibles en la pared) y probar todas las combinaciones posibles. Será importante evaluar bien las variantes antes de decidir la ubicación final, ya que después resulta molesto cambiar las posiciones, tanto si se realizan orificios en la pared para tornillos o clavos, como si se pega algún gancho.
Decidido el diseño, es conveniente pensar también la mejor manera de asegurarse de que el grupo de fotos quedará en la pared tal como se previsualizó sobre la mesa o el suelo. Para ello, el método depende de la forma. Si hay una foto grande rodeada de otras más pequeñas, conviene colgar primero la mayor y luego las demás a su alrededor. Si se trata de un juego de cuatro fotos formando un cuadrado, con dos más grandes en extremos opuestos y dos más pequeñas en la otra diagonal, lo más idóneo es colocar primero las dos mayores.
Otra posibilidad de diseño del conjunto de fotos es en línea vertical, una debajo de la otra. Tal distribución queda bien en espacios más altos que anchos, como una pared en el extremo de un pasillo. En este caso, también ayudará el hecho de que la distancia que proporciona un pasillo otorgará una mejor perspectiva para apreciar el conjunto de fotos. De todas maneras, se debe tener en cuenta que se destacará sobre las demás la imagen que se coloque a la altura de los ojos, por lo cual conviene elegir para esa posición la foto a la que se desee dar preponderancia.
Existe la alternativa de que los marcos, en lugar de estar colgados uno a uno, pendan de un riel empotrado en la pared. La principal ventaja de este sistema es que se evita dañar la superficie de la pared con muchos orificios y, además, facilita la tarea de modificar y renovar las fotografías y los marcos. La desventaja es que la distribución de las imágenes estará limitada a las posibilidades que otorgue el riel.
Otra opción para colgar varias fotos sin tener que realizar muchos agujeros en la pared radica en portarretratos que incluyen espacios ya delimitados para colocar varias fotos. Existen muchos y muy variados modelos de portarretratos, como una base de la que salen soportes metálicos hacia arriba y en el extremo de cada uno de ellos una pequeña pinza para sostener la foto, o marcos de plástico o acrílico que funcionan como marcos de doble faz y que se pueden usar como colgantes.