Violeta africana, flores todo el año
La violeta africana es un género compuesto por 20 especies conocidas, que se adaptan muy bien a ambientes interiores. Su nombre científico es Saintpaulia, y el coloquial deriva de su parecido con la violeta común (de la familia Violaceae). Además de su belleza, tiene la ventaja de dar flores durante todo el año, lo cual realza su valor decorativo.
Como su nombre común indica, esta planta es originaria de África. En concreto, de Tanzania y Kenia, en regiones del llamado bosque nuboso, de abundante vegetación, altos niveles de humedad y gran concentración de niebla al nivel del suelo. De hecho, la deforestación de estas tierras para uso agrícola supone que algunas especies silvestres de violeta africana estén en peligro de extinción.
Características de la violeta
H3 🌱 Tamaño
Es una planta pequeña, que crece sobre todo hacia los costados. Por lo general, su altura no excede los 15 centímetros, mientras que de diámetro puede alcanzar el doble de ese tamaño.
H3 🌱 Hojas y flores
Las violetas africanas tienen hojas ovaladas o redondas y unas flores que, según la especie, pueden ser violetas, moradas, azules o blancas. Los estambres, por su parte, son amarillos.
Las flores y hojas están cubiertas por pilosidades que les dan a su superficie un aspecto aterciopelado.
Cuidados y atenciones para la violeta africana
Estas plantas, y en particular sus flores, son bastante delicadas. Los cuidados que precisan las violetas africanas son muy básicos y sencillos de poner en práctica, aunque no tengas “mucha mano” con las plantas:
👉 Luz
Necesitan mucha luz, aunque, salvo en invierno, no deben quedar expuestas directamente al sol.
👉 Temperatura
La mejor temperatura para ellas es la que oscila entre los 17 y 21 grados, y no resisten fríos inferiores a 10 grados. Además, es una planta muy vulnerable a las corrientes de aire.
👉 Riego
A la violeta africana no le conviene un riego excesivo. Si recibe demasiada humedad, muy pronto un moho gris terminará por acabar con sus hojas.
La mejor manera de regarlas es por capilaridad, desde abajo:
- Se coloca la maceta con la planta sobre un plato con agua y se deja allí durante una media hora.
- Luego se retira el exceso de agua.
Lo recomendable es realizar de forma periódica esta técnica, con el fin de evitar que la planta se seque demasiado. En verano se puede regar una vez a la semana, y en los meses de invierno cada quince días.
Incluso excesos mínimos de humedad pueden dañar la planta. Por eso, si quieres limpiar el polvo de sus hojas, conviene hacerlo con un pincel seco de cerdas suaves, y nunca con un paño húmedo ni nada que implique mojar partes del ejemplar.
Consejos extra
🌱 Abonos
La violeta africana es una planta que no precisa demasiados abonos, pero si quieres que florezca todo el año puedes utilizar un fertilizante que contenga nitrógeno, potasio y fósforo en cantidades iguales.
🌱 Sustrato
Un buen sustrato para esta planta es el que contenga sustrato universal, mantillo, turba y arena. Le proporciona humedad constante y un buen drenaje.
🌱 Cultivo
Otra ventaja de la violeta africana es que, como es pequeña, en general no necesita trasplantes porque ya no quepa en el tiesto donde crece.
Para conseguir nuevos ejemplares puedes hacerlo a través de esquejes, pero también se puede plantar semillas o recurrir para la multiplicación al método de separación de retoños.
Enfermedades y problemas
Al igual que muchas especies de interiores, las principales enfermedades y plagas que sufre son las de pulgones, cochinillas blancas, trips y algunos hongos. Algunas de las enfermedades más importantes son:
- Botritis cinérea: este hongo causa la enfermedad de Roya, lesiones que se producen en la parte inferior de la hoja que son pequeñas y empapadas en agua.
- Pythium ultimum: hongo responsable de la pudrición de la corona y raíz, principalmente por exceso de riego
- Mildiu: moho gris claro que crece en climas húmedos y fríos con mala circulación de aire.
- Manchas amarillas en las hojas: las manchas amarillas pueden estar provocadas por regar con agua demasiado fría en días calurosos de verano, o porque las temperaturas nocturnas sean muy bajas.
- Manchas algodonosas: indica la presencia de cochinilla algodonosa.
La denominación técnica de la violeta africana, Saintpaulia, se deriva del nombre de la persona que la llevó por primera vez de su lugar de origen a Europa.
En este caso, fue el barón alemán Walter von Saint Paul-Illaire, quien envió semillas desde la actual Tanzania a su padre en 1892. Un año más tarde, el género fue descrito de manera científica por el botánico Johan Wendland.
En la década de 1880, dos botánicos británicos habían llevado ya algunos ejemplares a su país, pero, al parecer, las muestras no tenían la calidad suficiente para un análisis certero. Por eso, el homenaje del nombre recayó sobre Saint Paul-Illaire.
