Las pantallas de las lámparas tienen como función principal impedir que los focos deslumbren y ocasionen dificultades o fatiga visual. Son importantes tanto en la iluminación general como en los focos para los rincones de lectura u otras tareas específicas. El presente artículo explica el papel de las pantallas de las lámparas y sus usos en salones, dormitorios, zonas de paso, cocinas y baños. Además, describe la presencia de las pantallas como parte de la decoración.
Función de las pantallas de las lámparas
El principal objetivo de las pantallas de las lámparas es evitar los deslumbramientos que a menudo ocasionan los focos cuando quedan expuestos de manera directa a los ojos. Por eso, en determinados espacios de la casa su utilización es fundamental.
Existen dos tipos de deslumbramiento: perturbador, cuando la fuente de luz es tan intensa que impide ver con claridad (como al apuntar con el haz de una linterna a los ojos de alguien), y molesto, cuando el exceso de luz no provoca inconvenientes tan marcados de inmediato pero origina fatiga visual tras un cierto tiempo.
Las pantallas atenúan la luz de las lámparas, pero siempre la iluminación debe ser la adecuada para cada estancia
Las pantallas atenúan o difuminan la intensidad de la luz de las lámparas. Pero esto no significa que la habitación quede mal iluminada con su uso. Es fundamental tener claras las necesidades de luz de cada estancia y procurar satisfacerlas, más allá de que las lámparas encargadas de hacerlo tengan o no pantallas.
En el caso de la luz principal de una habitación, se emplea el método de alumbrado general, es decir, un tipo de iluminación que pretende abarcar toda la estancia sin destacar ningún sitio en particular. Para tal fin pueden ser muy funcionales (y decorativas) las lámparas apantalladas, que evitan que el brillo excesivo alcance los ojos.
Pantallas en salones y dormitorios
Las necesidades de luz varían en función del espacio de la casa y de las actividades que se desarrollan en cada uno. Los lugares donde se necesita una mayor iluminación general son el salón y la cocina; por detrás quedan el cuarto de baño, los dormitorios y los pasillos y otras zonas de paso. Pero además, dentro de cada uno de esos sitios, existen puntos específicos donde se hace necesaria una iluminación localizada de mayor intensidad.
En el caso de un rincón de lectura que se ubica en el salón, es importante contar con una luz focalizada sobre el punto en el que se encuentre el objeto que se ha de leer (libro, revista, etc.). Como esta luz debe ser de gran intensidad, conviene que posea una pantalla para evitar molestar a otras personas que estén cerca y que puedan ser deslumbradas por ella.
Algo similar ocurre en el dormitorio, aunque en este caso es aún más importante el uso de pantallas, debido a la posibilidad de que en habitaciones de más de una persona la luz de lectura impida conciliar el sueño de quienes no quieren leer, sino dormir.
Lámparas apantalladas en el resto de la casa
En pasillos y zonas de paso, las lámparas apantalladas son más bien opcionales y de uso sobre todo decorativo. Por su parte, en el cuarto de baño y la cocina, las pantallas son casi inconvenientes, dado que pueden ensuciarse o deteriorarse debido a las condiciones de temperatura y humedad que imperan en estos ambientes.
En pasillos y zonas de paso, las lámparas apantalladas son opcionales y sobre todo decorativas
En estas estancias hay que tener en cuenta los sitios precisos donde es pertinente instalar una iluminación localizada. En el caso de la cocina, esta es necesaria sobre el área donde se preparan los alimentos. Se debe tener especial cuidado para lograrlo, puesto que allí el cuerpo de la misma persona suele ocultar la luz general y proyectar su propia sombra sobre la encimera u otra superficie de trabajo. Un recurso muy adecuado es el de las tiras de LED, que se pueden colocar pegadas a los armarios de sobre la encimera.
En el baño, en tanto, conviene reforzar la iluminación sobre todo alrededor del espejo, para garantizar una buena visión en el momento de maquillarse, afeitarse u otras actividades que se desarrollan allí.
La función decorativa de las lámparas apantalladas no se puede desdeñar. Deben complementarse de manera apropiada con el resto de la decoración. Existen infinidad de modelos, desde las más clásicas hasta las más modernas, originales y creativas. Además, los aficionados más audaces pueden lanzarse y dar sus toques personales a las pantallas de las lámparas, o incluso a la confección de pantallas nuevas.
Una manera de sencilla de personalizar una pantalla de lámpara es pintar sobre ella dibujos, gráficos o letras. Según la tela, papel u otro material utilizado para elaborarla, convendrá usar rotuladores, témperas u otras sustancias para pintar. Para ayudarse, existe un truco muy simple: imprimir en tinta negra sobre un folio blanco los dibujos o palabras que se quieren copiar. Luego, el papel se pega del lado interior de la pantalla y se enciende el foco. De ese modo, la imagen es perfectamente visible desde el lado exterior y se puede calcar sin problemas.
Fabricar una pantalla nueva puede resultar una tarea bastante más compleja, aunque hay métodos artesanales, como el que permite hacer una lámpara china con pocos elementos: papel, engrudo y un globo.