Todos los grifos están provistos de una rejilla o filtro por el que sale el agua. Esta pieza se ubica en el extremo final del mecanismo con el objetivo de retener las impurezas que puedan ser arrastradas por el agua durante su paso por las cañerías. Por este motivo, precisamente, en ocasiones se produce una acumulación de restos en la rejilla, que obstruye la salida de agua y disminuye el caudal.
Cuando las impurezas quedan atrapadas en el filtro, es necesario limpiarlo para que el chorro vuelva a tener un caudal suficiente que garantice un consumo y limpieza en condiciones óptimas. Además, el filtro asegura una salida uniforme del agua, sin que se produzcan salpicaduras durante la caída.
Modo de limpieza
El proceso de limpieza de esta rejilla es un trabajo sencillo. Basta con recurrir a una llave inglesa para soltar el extremo del grifo que la cubre y, una vez extraída, colocarla bajo un chorro de agua para arrastrar las impurezas que se hayan podido quedar atrapadas.
En ocasiones, puede ocurrir que los restos de cal u otros sedimentos formen una película difícil de eliminar bajo el grifo. En este caso, habrá que emplear un instrumento punzante -una aguja, por ejemplo- para desincrustar los restos de suciedad y desatascar los pequeños orificios que conforman la rejilla. Otra opción es sustituir la rejilla por una de iguales características. En cuanto al proceso de montaje, se realiza de nuevo con la llave inglesa.
La rejilla es la pieza del grifo por la que cae el agua. Lo habitual es que esta caída se produzca en forma de chorro, con un caudal determinado por el tamaño del filtro. No obstante, la grifería moderna dispone de otras alternativas más vanguardistas, que consiguen efectos sorprendentes.
Además de la tradicional caída en chorro, existen alternativas vanguardistas con efecto lluvia o en cascada
A la tradicional caída en chorro, se unen ahora el efecto lluvia y la caída en cascada. Dos soluciones de diseño innovador que se pueden encontrar, principalmente, en grifería de lavabo y ducha. El modo de caída no afecta a la forma del grifo, aunque los modelos en cascada se caracterizan por extremos estrechos y alargados.
Respecto al efecto lluvia, se instala principalmente en grifería de ducha, ya que su objetivo es conseguir baños relajantes. En este caso, la rejilla está compuesta por orificios situados a la misma distancia entre sí y que ofrecen diferentes funciones, para regular el caudal.