El cobre en la cocina
Los objetos y utensilios de cobre están presentes en muchos hogares, en particular en las cocinas. Aunque en los últimos años este material ha perdido protagonismo a manos de otros más económicos y fáciles de limpiar, como el acero inoxidable, las ollas y otros elementos de cobre mantienen su vigencia y siguen siendo muy valorados.
Por eso es importante saber cómo mantenerlos en buen estado, en particular mantenerlos limpios y, si es posible, relucientes. La suciedad en los objetos de cobre se hace evidente enseguida, ya que sobre la superficie de forman unas manchas de un tono verdoso oscuro.
Cobre verde o ennegrecido
El cobre es un metal de color rojizo, brillante, dúctil, resistente a la corrosión y buen conductor de la electricidad y el calor. Es muy útil -por lo que emplea en muchos utensilios de cocina- y, a la vez, resulta muy decorativo.
Sin embargo, a pesar de su vistosidad, poco a poco se deteriora y aparece cubierto con el citado color verdoso y negruzco. ¿Por qué aparece esta capa? Se debe a la oxidación. Así, el cobre reacciona químicamente y se oxida debido al oxígeno del aire. Y los óxidos de este metal tienen un color verde.
¡Ojo! La capa verdosa que se forma, es tóxica, por lo que tendremos que tener especial atención de que no se forme, manteniéndolo siempre limpios los objetos . En especial, los utilizados para cocinar. En caso de que aparezcan manchas verdosas, la olla o el utensilio del que se trate no se debe utilizar hasta que no vuelva a estar limpio
Cómo limpiar el cobre ennegrecido
Para limpiar el cobre, el mejor método consiste en utilizar productos naturales, como los que te indicamos:
✅ Zumo de limón, vinagre y sal
Es el más recomendado. Consiste en una mezcla de zumo de limón, vinagre caliente (una pequeña cantidad) y una cucharada grande de sal gorda. Se puede aplicar esta sustancia con un paño hasta aflojar la suciedad y luego aclarar con agua.
✅ Vinagre y sal
Similar al anterior, pero con un “ingrediente” menos. Cuando la suciedad está muy impregnada y cueste retirarla, se puede dejar el objeto de cobre en remojo en un vinagre bien caliente en el que se hayan diluido dos cucharadas soperas de sal. Esto aflojará la resistencia de las manchas, y luego ya se podrá aplicar la mezcla descrita en el párrafo anterior.
✅ Bicarbonato
Si el objeto no tienen capa de barniz protectora, puedes usar bicarbonato. ¿Cómo? Basta añadir en un cazo una cucharada de bicarbonato de sodio por cada litro de agua. Después, introducir el objeto y dejarlo hervir durante 20-30 minutos. Pasado este tiempo, saca la pieza de cobre, enjuágala y sécala bien.
✅ Pasta de harina, vinagre y sal gorda
Tienes que aplicarla sobre el cobre y dejarla actuar durante unos minutos. Luego se retira con agua y se pasa un paño.
✅ Pulpa de limón
Otra manera de limpiar el cobre es, en lugar de exprimir limones para extraer su zumo y luego aplicarlo con un paño, directamente cortar un limón y frotar su pulpa sobre la superficie. Luego, al igual que con los otros métodos, es necesario aclarar con agua limpia y secar con un paño.
✅ Kétchup
Para las piezas más pequeñas (y también las monedas) se aplica un poco de kétchup y se frota con un paño. Tras ello, hay que enjuagar y secar.
Cómo abrillantar el cobre
Tras limpiar el objeto, llega el momento de hacer que se luzca: sacarle brillo. Para ello, el recurso que se recomienda es el papel de periódico.
Debes hacer una bola y frotar con intensidad sobre la superficie de la olla o el utensilio en cuestión. Este papel es lo bastante fino para retirar las partículas que hubieran quedado adheridas en la superficie del cobre.
Existen también diversos productos industriales para abrillantar el cobre, así como paños que se comercializan de manera específica con este fin. Se pueden conseguir en ferreterías y tiendas especializadas. Para su aplicación, lo recomendable es seguir las instrucciones de uso incluidas en el correspondiente envase.
Distribuye el calor de manera uniforme por toda su superficie
Evita que se peguen los alimentos al fondo
Mantiene el color de las verduras y evita que se ennegrezcan, como suele pasar en ollas de otros materiales, en particular con los espárragos y las alcachofa.